🎤🔥 Adele habría derrotado legalmente a Ángela Aguilar por “plagiar” Rolling in the Deep: ¿copia o coincidencia?
Todo comenzó cuando en 2023 Ángela Aguilar lanzó “Qué Agonía”, un dueto con Yuridia que rápidamente escaló posiciones en las listas de popularidad y se convirtió en un himno sentimental para miles de fans.
Pero en cuanto la canción comenzó a ganar visibilidad, no tardaron en aparecer en redes sociales videos comparativos que señalaban una supuesta y desconcertante similitud melódica con uno de los mayores
éxitos de Adele: “Rolling in the Deep”, estrenado en 2010.
Lo que al principio pareció una simple coincidencia entre fans curiosos, pronto escaló hasta convertirse en un escándalo internacional.
Según reportes no oficiales, el equipo legal de Adele, conocido por su firmeza y precisión quirúrgica en asuntos de derechos de autor, habría actuado rápidamente tras observar las similitudes.
El caso llegó hasta un tribunal de Los Ángeles, California, donde, según diversas fuentes, el fallo habría sido contundente: el plagio existió y Adele resultó favorecida legalmente.
Aunque ni la artista británica ni Ángela Aguilar han hecho declaraciones públicas, la información filtrada apunta a una resolución judicial que podría tener efectos devastadores para la joven cantante mexicana.
Las similitudes señaladas no se limitan a lo superficial.
Expertos en música han analizado las estructuras armónicas, las progresiones de acordes, la interpretación vocal y hasta la producción del tema, y aseguran que hay elementos que cruzan peligrosamente la línea
entre “inspiración” y “copia”.
Algunos fragmentos de “Qué Agonía” presentan patrones rítmicos y secuencias que recuerdan fuertemente al coro explosivo de “Rolling in the Deep”, uno de los temas más emblemáticos de Adele y una de las
canciones más reconocibles de la última década.
Lo más intrigante del caso es el silencio absoluto de todos los involucrados.
Yuridia, quien también aparece como intérprete en la canción acusada de plagio, no ha dado ninguna declaración.
Ángela Aguilar, por su parte, se encuentra en el ojo del huracán mediático y hasta el momento no ha confirmado ni negado la existencia de la demanda.
Su equipo de prensa mantiene hermetismo total, y algunos medios ya especulan que podría estar recibiendo asesoría para manejar una crisis de imagen de gran escala.
Cristian Nodal, esposo de Ángela, también ha sido blanco de preguntas insistentes por parte de la prensa, pero hasta ahora ha optado por no pronunciarse, lo que ha generado aún más sospechas entre los
seguidores de ambos artistas.
El silencio, en vez de calmar las aguas, ha avivado el fuego y ha generado una ola de teorías en redes sociales que van desde sabotaje mediático hasta supuestos errores de producción.
El impacto potencial de este fallo va mucho más allá de la reputación.
Se habla de indemnizaciones millonarias, de posibles cambios en los créditos de la canción, e incluso de la eliminación temporal del tema “Qué Agonía” de plataformas digitales mientras se revisan sus derechos de
autor.
Si esto ocurre, sería un duro golpe para Ángela, quien actualmente está nominada en ocho categorías en los Premios Lo Nuestro 2025, incluyendo Artista Femenina del Año, Álbum del Año y Canción del Año.
La atención ahora se centra en el evento del 20 de febrero en el Casella Center de Miami, donde Ángela Aguilar no solo se presentará en vivo, sino que también tendrá una oportunidad dorada (o peligrosa) de
romper el silencio.
Todos los ojos estarán puestos sobre ella.
¿Confirmará el fallo? ¿Defenderá su obra? ¿Lanzará una bomba mediática para revertir la narrativa? Nadie lo sabe.
Lo único cierto es que, gane o pierda, esta batalla legal ya ha marcado un antes y un después en su carrera.
Y mientras tanto, Adele mantiene su trono intacto.
La artista británica, que rara vez se ve envuelta en escándalos, ha dejado claro —aunque sea indirectamente— que su obra no se toca sin consecuencias.
Su nombre vuelve a brillar, no por un nuevo disco ni por una gira mundial, sino por defender su legado con uñas y dientes en una industria cada vez más plagada de “coincidencias” sospechosas.