“Dormí en Plazas, Perdí Todo, Pero Nunca Me Rendí”: La Desgarradora Confesión de Palito Ortega

🎤💔 “Dormí en Plazas, Perdí Todo, Pero Nunca Me Rendí”: La Desgarradora Confesión de Palito Ortega

Palito Ortega Tour 2025, Concert Schedule & Tickets

La historia de Palito Ortega comienza muy lejos del glamour, en la tierra dura de Tucumán, donde desde los cinco años ya trabajaba lustrando zapatos para ayudar a su familia.

La vida no le dio tregua: a los 13 fue abandonado por su madre, a los 16 llegó solo a Buenos Aires con una maleta de cartón… que le robaron al bajar del tren.

Desde entonces, la calle fue su casa.

Durmió en plazas, vendió café, limpió obras, cantó para sí mismo por los barrios intentando no sentirse tan solo.

Esa infancia, llena de carencias y silencios, marcó para siempre al hombre que luego conquistaría al país con canciones alegres que escondían un alma rota.

El joven Ramón Ortega no solo sobrevivió: luchó, insistió, soñó en grande.

En un día lluvioso se presentó en RCA con pantalón blanco, suéter rosa y la esperanza a flor de piel.

Lo hicieron cantar su canción diez veces.

Pensó que se burlaban, pero no.

Ese día cambió su vida.

Palito Ortega: el chico asustadizo convertido en gobernador, el vicio que  no puede abandonar y por qué envidia a Juanse - LA NACION

Le ofrecieron un contrato y le pusieron un nuevo nombre.

“Sos flaco como un palito”, le dijeron.

Así nació Palito Ortega.

Lo que siguió fue una explosión imparable de fama, discos de oro, películas, multitudes que coreaban sus canciones.

Pero el éxito no trajo la paz.

Dentro de él, la tristeza seguía instalada como una sombra.

Perdió a su hermanita Rosario con solo 11 años, cargó culpas que no eran suyas y se enfrentó a una industria que muchas veces lo menospreció.

Incluso cuando organizó la llegada de Frank Sinatra a Argentina, un evento histórico, terminó perdiendo todo.

La devaluación lo arruinó.

Perdió casas, autos, dinero.

Pero no perdió lo que él considera más valioso: su dignidad.

En medio de la tormenta, Evangelina Salazar fue su refugio.

La mujer a la que había visto en un póster siendo niño y con la que, años después, cumpliría su promesa infantil: casarse con ella.

Evangelina era una actriz prometedora, él una leyenda naciente.

Palito Ortega celebra 80 años

Se conocieron cuando ella tenía apenas 19 años y jamás había tenido pareja.

“Fue un amor devastador”, confesó ella.

Para él, fue el ancla que necesitaba.

Formaron una familia sólida con seis hijos, construyeron un hogar lleno de valores y complicidad.

“Nuestros hijos nos vieron enojados, pero jamás peleando”, dice Palito con orgullo.

La estabilidad familiar se puso a prueba cuando decidió entrar en la política.

Dejó la música y la comodidad de Miami para postularse como gobernador de Tucumán.

Lo hizo, según él, para frenar a un símbolo oscuro del pasado argentino.

Ganó, pero el costo fue altísimo.

Evangelina, que nunca se había metido en ese mundo, lo acompañó sin dudarlo.

“Ella no me preguntó por qué, solo me dijo: ¿dónde hay que estar?”, recuerda.

Pero el estrés, la exposición y la presión golpearon fuerte.

Palito Ortega: “La vida es un desafío permanente” - Música - ABC Color

Palito rememora una escena dolorosa: encontrar a su hija escuchando detrás de una pared una discusión con Evangelina.

Ahí supo que algo se estaba quebrando.

Aun así, resistieron.

Como siempre.

Y cuando el poder quedó atrás, se aferraron más fuerte a lo único que siempre fue verdadero: el amor y la familia.

Palito no se quedó en el resentimiento.

Incluso cuando fue señalado injustamente por escándalos políticos que no inició, eligió el silencio y el trabajo.

Rehízo su vida, volvió a producir, a cantar, a soñar.

Gracias a una promesa cumplida por Frank Sinatra, pudo resurgir en Estados Unidos, reconectar con empresarios, reconstruirse paso a paso.

El tiempo le dio perspectiva.

Hoy, a sus 84 años, Palito Ortega no habla desde el ego, sino desde la experiencia.

“El verdadero éxito no está en los números ni en los portales.

Palito Ortega: “A los 16 años me subí a un tren, y todavía me acuerdo del  último abrazo de mi viejo” - Radio Rivadavia AM630

Está en tener a alguien que te espere en casa cuando se apagan las luces”, dice con la serenidad de quien ya lo vivió todo.

Agradece por su familia, por los abrazos de sus nietos, por el respeto de Evangelina, esa mujer que fue su compañera en cada batalla, su soporte en cada caída y su orgullo en cada etapa.

Palito también reivindica su historia con el rock, ese género que lo despreció cuando trajo a Sinatra, pero que hoy lo abraza con cariño.

“Me hicieron un festival en contra, pero hoy esos mismos pibes me ven y me abrazan”, cuenta sin rencores.

Porque para él, la vida es cambio, es aprendizaje, es reconstrucción.

En esta etapa final, donde los escenarios se despiden con ovaciones y el Teatro Colón lo homenajea con grandeza, Palito Ortega decide hablar.

No para victimizarse, sino para dejar un mensaje: nunca te rindas.

Dormí en la calle, perdí todo, me llamaron loco, me difamaron, pero siempre seguí.

Porque cuando hacés las cosas bien, la vida tarde o temprano te lo devuelve.

Y si las hacés mal… también te lo va a cobrar.

Con una historia de película y un corazón marcado por el barro, Palito Ortega deja claro que no hay gloria sin sacrificio, que no hay éxito sin amor, y que no hay pasado tan duro que el presente no pueda redimir.

Esta no es solo la historia de una estrella.

Es la historia de un hombre que lo perdió todo más de una vez… pero que nunca perdió la fe.

Related Posts

Our Privacy policy

https://colombia24h.com - © 2025 News