🎤 De la Miseria al Estrellato: El Niño Venezolano que CONMOVIÓ a Toda América Latina
Jackson Barreto llegó a Brasil con lo poco que pudo cargar desde Venezuela y con un sueño tan grande como su corazón.
Refugiado en un humilde rancho ofrecido por almas generosas, su vida parecía estancada entre la nostalgia y la necesidad.
Pero Jackson, con más coraje que años vividos, se aferró a lo único que no le podían robar: su voz.
Aun después de ser víctima de un robo cruel que le arrebató sus canciones, sus recuerdos y su vínculo musical con su tierra, el joven cantante no se detuvo.
Fue en el bullicioso Mercabar donde su historia comenzó a cambiar.
Entre sacos de arroz y vendedores solidarios, encontró un nuevo escenario y una familia improvisada que lo alimentaba a cambio de melodías.
La música se volvió su idioma universal, un puente entre culturas y corazones.
Lo que cantaba en medio del mercado pronto lo llevaría a uno de los escenarios más grandes de Latinoamérica: La Voz Kids Colombia 2021.
Vestido humildemente pero con una presencia imponente, Jackson se plantó frente a las cámaras y al mundo.
Cantó, sí, pero también abrió su alma.
Habló de su vida, del Mercabar, de la bondad de desconocidos y del dolor de comenzar de cero.
Sus palabras y su voz hicieron llorar al público, y su interpretación enamoró a Andrés Cepeda, quien sin dudarlo lo eligió para su equipo.
Cepeda no solo se convirtió en su mentor, sino en su promesa de futuro.
Comprometido con su historia, el famoso cantante colombiano decidió ayudarlo más allá del programa.
Y Jackson cumplió con creces.
En cada gala, su voz retumbaba con fuerza y sentimiento.
En una actuación inolvidable, interpretó “Tú eres mi reina” de Diomedes Díaz, rindiendo homenaje al vallenato colombiano.
Su conexión con el público fue instantánea.
Natalia Jiménez, conmovida hasta las lágrimas, no dejaba de sonreír ante la pasión del niño venezolano que parecía haber nacido en las entrañas de Colombia.
Pero mientras el escenario lo elevaba, su vida personal enfrentaba un drama aún más profundo.
La tienda de celulares donde solía cantar lo llevó a conocer a Ester Molina, una mujer colombiana que lo adoptó legalmente tras estrechar un vínculo emocional imposible de ignorar.
Lo que parecía un gesto maternal espontáneo se convirtió en una compleja historia de amor y separación.
Desde Venezuela, su madre biológica, Reina Isabel, reveló una verdad desgarradora: su hijo había salido del país prometido a regresar en 15 días, pero nunca volvió.
A través de la televisión, lo vio por primera vez en mucho tiempo, descubriendo así su paradero.
Reina acusa a Ester de bloquear todo intento de contacto con su hijo.
Una muralla invisible separa a madre e hijo, y el drama familiar estalló públicamente.
La pregunta de qué es lo mejor para Jackson divide a muchos.
¿Derechos biológicos o afecto adoptivo? La situación, atravesada por el dolor de la migración, la adopción internacional y la pobreza extrema, no tiene una respuesta fácil.
Mientras tanto, Jackson seguía brillando… hasta que llegó el golpe más duro.
En 2022, perdió a su hermana de 15 años tras una batalla infernal contra la diabetes, la desnutrición y la negligencia médica.
Enfermedades agravadas por la escasez y la crisis humanitaria en Venezuela acabaron con la vida de su “guerrera”.
La noticia lo destrozó.
En una publicación en redes, Jackson lloró la partida de quien siempre creyó en él.
“Cada canción que cante llevará un pedacito de tu sonrisa”, escribió, dejando ver que su éxito ahora cargaba con el peso del duelo.
Aun así, Jackson transformó su dolor en impulso.
Cada escenario es ahora un altar para su hermana, cada canción, un homenaje a los que no tienen voz.
Desde las calles de Arauca hasta teatros llenos en Portuguesa y Maracay, su voz resuena como símbolo de lucha y esperanza.
Con más de 300.000 seguidores en redes sociales y colaboraciones con figuras como Scarlett Linares, Jackson ya no es solo un niño prodigio, es un fenómeno cultural.
Su vida es un himno a la resiliencia, un testimonio vivo de que los sueños, incluso los más rotos, pueden renacer.
Hoy no solo canta por él, sino por los que quedaron atrás.
Por los que perdieron a alguien.
Por los que aún esperan un abrazo.
Por su madre, por su hermana, por una Venezuela que llora y canta con él.
Jackson Barreto no solo conquistó un país… le cantó al alma de una región entera.