¡Increíble Revelación! La Hija de Rubby Pérez Detalla Cómo Una ‘Luz’ Milagrosa La Salvó Mientras Veía Morir a Su Padre
Sulinca Pérez, hija del legendario cantante Rubby Pérez, compartió entre lágrimas uno de los momentos más dolorosos de su vida: la tragedia que vivió el 8 de abril.
En esa fatídica madrugada, mientras compartía escenario con su padre, el techo del lugar colapsó.
Sulinca, visiblemente afectada, relató cómo vio caer una viga sobre su papá, causándole la muerte instantánea.
“Yo vi la viga venir hacia mí”, confesó, recordando cómo milagrosamente su esposo logró salvarla jalándola a tiempo.
Aunque ella y su esposo sufrieron heridas, el golpe emocional de ver a su padre morir frente a sus ojos ha sido mucho más devastador.
“Perdí a mi papá, mi jefe, el abuelo de mi hijo, y una parte de mi alma”, expresó con el dolor aún latente en su voz.
Durante el derrumbe, Sulinca estaba cantando junto a Rubby Pérez.
Aunque notó el movimiento entre el público, no logró anticipar el colapso.
La tragedia fue tan repentina que apenas tuvo segundos para reaccionar.
Su esposo resultó atrapado bajo una viga, pero le suplicó que huyera para salvar la vida de su hijo.
En medio del caos, la oscuridad y el miedo, Sulinca encontró fuerza en su fe.
Recordó cómo una “luz” pareció guiarla hacia la salida, permitiéndole escapar entre los escombros.
“No sé de dónde saqué fuerzas para volar esas estructuras”, dijo.
La puerta de emergencia, bloqueada al inicio, finalmente fue abierta gracias a los golpes desesperados de los músicos que también luchaban por sobrevivir.
Tras lograr salir, Sulinca, en estado de desesperación, rompió la guagua de su padre para rescatar documentos importantes.
Aunque estaba herida, su prioridad era proteger la memoria y dignidad de Rubby Pérez.
Se enfrentó al miedo de otros presentes, exigiendo acceso al vehículo.
Posteriormente, mientras su esposo era rescatado y atendido, Sulinca supo en su interior que su padre había fallecido.
“Mi alma me lo decía”, aseguró.
Aunque algunos rescatistas trataron de darle falsas esperanzas, ella intuía la verdad.
El dolor de no poder ver el cuerpo de su padre, y enterarse después que circularon fotos filtradas, la llenó de impotencia.
“Si descubro quién tomó esas fotos, lo demandaré”, advirtió, indignada.
Sulinca también habló del legado de su padre y de su profunda conexión espiritual con él.
Recordó que Rubby siempre había expresado el deseo de morir en un escenario, haciendo lo que amaba: cantar.
Y así fue.
“Papá no trabajaba, papá disfrutaba”, dijo con ternura.
Durante el funeral, el ataúd fue cubierto con las banderas de República Dominicana y Venezuela, reflejando el amor que Rubby sentía por ambos países.
También contó anécdotas conmovedoras, como la relación especial que tenía su padre con el burro Ignacio, quien ahora, según los cuidadores de la finca, se encuentra triste por la ausencia de su dueño.
Ante la pregunta sobre si piensa demandar a los responsables del lugar donde ocurrió la tragedia, Sulinca fue contundente.
“Claro que sí”, afirmó sin titubeos.
No lo hace por dinero, sino por justicia y por las vidas perdidas.
Señaló que fue una negligencia inexcusable y que su padre, así como los demás afectados, merecen respeto.
Incluso lamentó que Antonio Espaillat, uno de los dueños del local y viejo conocido de Rubby, no haya tenido el gesto de llamarla tras la tragedia.
Reveló además que su padre había tocado varias veces en ese lugar sin cobrar su verdadero valor, demostrando su nobleza y amistad hacia los propietarios.
Finalmente, Sulinca expresó su compromiso de mantener vivo el legado de su padre.
Aunque admite que no sabe cuándo podrá volver a subirse a un escenario sin él a su lado, siente que la música de Rubby y su espíritu la acompañarán siempre.
“Papi está en mí”, afirmó con convicción.
Además, compartió que su padre había dejado grabada una canción cristiana, señal de un deseo de acercarse de nuevo a la fe en sus últimos tiempos.
Sulinca concluyó la emotiva entrevista con un mensaje de amor para los seguidores de Rubby Pérez: “Recuérdenlo feliz, sonriente, amando a su pueblo y a su patria”.
Su fortaleza y su amor eterno por su padre quedaron grabados en cada palabra, cada lágrima, y en cada sonrisa que, a pesar del dolor, logró esbozar.