MARÍA FÉLIX DESPRECIÓ a PEDRO INFANTE: El Día que la Diva lo RECHAZÓ Sin Piedad y Todo el Cine Tembló

🔥 MARÍA FÉLIX DESPRECIÓ a PEDRO INFANTE: El Día que la Diva lo RECHAZÓ Sin Piedad y Todo el Cine Tembló 🎬💣

Por qué María Félix nunca fue amiga de Pedro Infante - Infobae

María Félix, la máxima diva del cine mexicano, la mujer de mirada impenetrable y lengua afilada, fue muchas cosas… pero jamás una actriz fácil de convencer.

Dueña de su carrera, de su imagen y de su leyenda, María decidía con quién, cómo y cuándo quería actuar.

Por eso, cuando el mismísimo Pedro Infante expresó su deseo de compartir créditos con ella, el mundo del espectáculo contuvo el aliento.

¿La reina del drama aceptaría bajar del pedestal para compartir escena con el ídolo del pueblo? La respuesta fue un no rotundo.

Pero el drama apenas comenzaba.

Todo empezó cuando Pedro, fascinado por la posibilidad de interpretar a un indígena y protagonizar junto a la Doña, le pidió a su director de confianza, Ismael Rodríguez, que escribiera una historia pensada especialmente

para convencerla.

Así nació el guion de Tizoc.

Pero lo que parecía una fórmula ganadora se convirtió en una batalla de orgullo.

Pedro Infante le llevó serenata a María Félix; ésta era su VERDERA relación  - El Heraldo de México

María, tras leer apenas unas páginas del guion, lo desechó con desprecio.

“Ese indio no me convence, no habla como indio, no camina como indio.

Y yo, ¿cara de virgen? Tampoco”, dijo sin filtros en una entrevista años más tarde.

Ismael, desesperado, intentó por todos los medios convencerla.

Le ofreció el doble del sueldo de Pedro, luego el triple.

Nada la conmovía.

Pedro Infante, por su parte, incluso puso dinero de su bolsillo con tal de hacer realidad su sueño de actuar junto a la Doña.

Pero nada funcionaba.

La película del Cine de Oro que Pedro Infante que no quería grabar y al  final lo condenó al fracaso - El Heraldo de México

Hasta que ocurrió lo impensable: Pedro decidió ir él mismo a convencerla, en persona, en su casa.

Lo que ocurrió en esa visita privada fue digno de una película… pero no de amor, sino de suspenso.

María, contra todo pronóstico, lo recibió con una sonrisa, con abrazos y hasta con caricias.

Pedro, ilusionado, pensó que había ganado.

Pero mientras bromeaban y jugueteaban, ella tomó su esclava —una joya que Irma Dorantes, la pareja de Pedro, le había regalado— y se la guardó entre los senos.

Cuando Pedro quiso recuperarla, ella se negó rotundamente.

En ese instante, sonó el timbre.

María, nerviosa, escondió a Pedro en su habitación y salió a recibir a los productores.

Época de Oro: cuando Irma Infante le dio una cachetada a María Félix -  Infobae

Allí, entre copas y firmas, aceptó finalmente protagonizar Tizoc, pero con condiciones: sería la actriz mejor pagada de México, su nombre aparecería primero en los créditos, y además exigiría otra película de alto presupuesto

para resarcir lo que ella consideraba una historia mediocre.

Pedro, mientras tanto, esperaba escondido.

Dos horas después salió enfadado, exigió su esclava, pero María, entre risas, se negó.

El actor tuvo que recurrir a una joyería nocturna para fabricar una réplica y así evitar problemas con Irma Dorantes.

La Doña, una vez más, había ganado.

Pero las condiciones no terminaron ahí.

El rodaje fue tenso.

María no soportaba la interpretación de Pedro como indígena.

Lo consideraba poco creíble, incluso ridículo.

Las eternas rivalidades entre María Félix y otras actrices

Aun así, la película fue un éxito, ganó premios internacionales y le dio a Pedro Infante el Oso de Plata en Berlín… pero el sabor de la victoria fue agridulce.

La diva jamás ocultó su desprecio por esa cinta y mucho menos por su compañero de reparto.

La realidad es que María Félix no necesitaba de Pedro Infante para ser una estrella.

Cuando regresó a México en 1955, ya era una leyenda viva gracias a su carrera en Europa.

Por eso tenía el poder de rechazar lo que fuera, incluso a la estrella más grande del país.

Su carácter indomable y su seguridad rayana en la arrogancia fueron su sello… y su escudo.

Para algunos, era la encarnación del empoderamiento antes de que existiera el término.

Para otros, simplemente una diva imposible.

Después de Tizoc, María siguió escalando, pero jamás volvió a compartir créditos con Pedro.

María Félix, La Doña - Kiosco de la historia

Ismael Rodríguez, golpeado en su orgullo y bolsillo, cumplió su promesa y le dio otro protagónico a María: La Cucaracha, donde compartió escena con su eterna rival, Dolores del Río.

El resultado fue un duelo de titanes que enloqueció al público.

A Pedro solo le quedó el consuelo de haber tocado, aunque fuera por unos minutos, el mundo inalcanzable de la Doña.

Esta historia, guardada por décadas en susurros de pasillo, revela el verdadero peso del ego en la época dorada del cine mexicano.

No todo era glamour, romance y grandes actuaciones.

También había guerras silenciosas, orgullos heridos y batallas donde ni los más grandes salían ilesos.

Pedro quería una película.

María quería el control total.

Y al final, la historia le dio razón a ambos: Tizoc fue un éxito… pero jamás fue una historia de amor.

Pedro Infante y un lujoso regalo que debió darle a María Félix

Lo que quedó claro fue que María Félix no era solo una actriz.

Era un fenómeno.

Un huracán que no se dejaba domar.

Y si para lograrlo tenía que humillar a Pedro Infante o manipular a medio gremio cinematográfico, lo hacía sin dudar.

Así era la Doña.

Y por eso hoy sigue siendo leyenda.

Related Posts

Our Privacy policy

https://colombia24h.com - © 2025 News