🕊️Murió la Gorda Fabiola y se revela TODA LA VERDAD: el infarto que sorprendió a todos💔
Colombia está de luto.
El país entero amaneció con el alma arrugada tras confirmarse la muerte de Fabiola Posada, la icónica humorista mejor conocida como “la Gorda Fabiola”.
Fue su esposo, el también humorista Nelson Polilla, quien compartió la devastadora noticia a través de una llamada con Gabriel de las Casas, director del reconocido programa “La Luciérnaga” de Caracol Radio,
medio en el que la artista participó durante sus últimos años.
Su fallecimiento se confirmó el 19 de septiembre en Bogotá, apenas un día después de haber cumplido 61 años.
La noticia causó conmoción en medios, redes sociales y entre sus incontables fanáticos.
Y es que Fabiola no era una más en el mundo del entretenimiento colombiano.
Era una leyenda viva, una mujer que logró con su humor y carisma romper estereotipos, sanar corazones y provocar carcajadas incluso en los momentos más oscuros.
Su paso por el programa “Sábados Felices” la consolidó como una de las figuras más queridas de la televisión nacional.
Durante más de tres décadas fue alma, chispa y corazón del emblemático show, construyendo una carrera intachable que se ganó el cariño del público.
Sin embargo, tras esa sonrisa inconfundible, la Gorda Fabiola batalló silenciosamente contra varios problemas de salud.
A lo largo de los años fue sometida a múltiples cirugías relacionadas con su obesidad, una condición que ella misma transformó en su principal herramienta cómica y también en símbolo de autoaceptación.
Siempre dijo que no le daba vergüenza hablar de su peso, y que reírse de sí misma era su forma de empoderarse.
Pero en los últimos tiempos, las señales de alerta comenzaron a hacerse visibles.
En días recientes fue internada en una clínica en la capital colombiana tras presentar serias complicaciones cardíacas.
Aunque las primeras informaciones fueron reservadas, fuentes cercanas confirmaron que la causa de su fallecimiento habría sido un infarto fulminante, consecuencia directa de una larga lucha contra
enfermedades preexistentes que ya la habían llevado a estar al borde de la muerte en ocasiones anteriores.
La ironía cruel del destino quiso que su partida ocurriera justo un día después de su cumpleaños número 61.
El miércoles 18 de septiembre, Fabiola celebró rodeada de sus seres queridos, recibiendo mensajes, flores y recordatorios del inmenso cariño que el público le profesaba.
Pero al día siguiente, la tragedia sacudió a todos.
Su esposo Polilla, conmovido hasta las lágrimas, fue quien tuvo que transmitir la noticia al equipo de La Luciérnaga, donde con voz entrecortada expresó el dolor de perder a quien fuera su compañera de vida, de
escenario y de batallas.
Fabiola nació en Santa Marta, pero fue en Bogotá donde inició su carrera artística luego de estudiar comunicación social.
Su pasión por hacer reír era tan grande, que pronto dejó las cámaras para pararse frente a ellas con un único propósito: contagiar alegría.
Y lo logró.
Miles de personas recuerdan sus chistes, su ternura, su autenticidad.
No solo era una mujer divertida, era una mujer valiente.
Pocas personas han enfrentado a la muerte tantas veces como ella, y aún así, cada vez que regresaba lo hacía con más fuerza, más vida, más chistes.
Aunque su físico cambió con el tiempo debido a diversas intervenciones quirúrgicas, su esencia nunca se perdió.
Siempre tuvo una autoestima poderosa, una energía imparable, y una convicción firme: nadie podía hacerla sentir menos por cómo se veía.
Convertida en símbolo de resiliencia, utilizó su popularidad no solo para hacer reír, sino también para inspirar a otros a amarse a sí mismos, a luchar contra el estigma del cuerpo y a no rendirse jamás.
Hoy, el canal Caracol, el programa “Sábados Felices”, sus colegas, amigos y millones de fanáticos en Colombia y otros países lloran su partida.
Las redes se han llenado de homenajes, anécdotas, fotos antiguas y mensajes que intentan devolverle, aunque sea por palabras, todo lo que ella dio.
Porque la Gorda Fabiola no solo hacía reír… hacía sentir.
Su legado quedará eternamente en la memoria de quienes crecieron viéndola en televisión, de quienes alguna vez lloraron de la risa con sus ocurrencias, y de todos los que entendieron que el humor es, a veces, la
mejor forma de resistir al dolor.
Su luz se apagó en la Tierra, pero su eco resonará por siempre en cada carcajada, en cada escenario, y en cada corazón que ella tocó con su talento inigualable.
Hoy la risa está de luto.
Descansa en paz, Gorda Fabiola.
Colombia no te olvida.