💥 De ídolo a preso: William Levy enfrenta su momento más oscuro entre arresto, traición y caos familiar
La noche del 14 de abril de 2025 cambió por completo la imagen pública de William Levy.
En un giro impactante, el actor fue arrestado en Weston, Florida, por causar disturbios en un restaurante mientras se encontraba visiblemente intoxicado.
Lo que parecía una simple velada en el Baires Grill terminó en un espectáculo policial con cámaras, esposas y un actor de fama internacional tras las rejas.
Los testigos aseguran que William estaba fuera de control.
Gritaba, ignoraba al personal del restaurante e incluso se negó a abandonar el lugar cuando se lo pidieron.
La policía fue llamada al sitio cerca de las 10 p.m.
y, al llegar, encontraron a un Levy alterado, renuente a cooperar.
Tras varios intentos fallidos de calmarlo, los oficiales no tuvieron otra opción que arrestarlo.
Fue llevado directamente a la cárcel del condado de Broward, donde pasó la noche.
Al día siguiente, se le fijó una fianza de 500 dólares, pero el juez le impuso una condición clara: mantenerse alejado del restaurante, una señal evidente de que el comportamiento de Levy había cruzado una línea
muy seria.
Una vez en libertad, el actor enfrentó a la prensa.
Aunque intentó mantener la compostura, su tono fue defensivo y cargado de ironía.
Aseguró que no hubo agresión física y que todo quedó grabado en las cámaras del lugar.
“Vamos, hay cámaras”, dijo con desprecio.
Y aunque intentó restarle importancia a la experiencia de haber dormido en una celda, incluso bromeando sobre “conocer gente nueva”, su imagen ya estaba profundamente dañada.
Pero este escándalo no es un hecho aislado.
Es la cúspide de una serie de controversias que han marcado la vida del llamado “Brad Pitt cubano”.
Detrás de su sonrisa y su impecable imagen pública, William Levy ha protagonizado una vida de conflictos familiares, acusaciones graves y decisiones cuestionables.
Solo unos meses antes, en octubre de 2023, la policía acudió a su casa por una discusión con su ex pareja, Elizabeth Gutiérrez, y su hija adolescente, Kayly.
La escena fue tensa, con acusaciones cruzadas y una joven que aseguraba haber sido empujada por su propio padre.
En ese momento, Elizabeth, visiblemente afectada, dijo a los oficiales que no solo había otra mujer en la casa, sino que su hija fue testigo de un acto de violencia.
“Él me toca”, afirmó, mientras su voz temblaba de ira y dolor.
La grabación de la cámara corporal de los policías fue devastadora.
No hubo signos visibles de lesiones, pero el daño emocional ya estaba hecho.
Elizabeth y Kayly se mudaron poco después, mientras su hijo Christopher optó por quedarse con su padre.
La familia quedó fracturada, literalmente.
Y por si fuera poco, este episodio trajo de vuelta fantasmas del pasado.
En 2010, William ya había sido acusado de asalto, aunque los cargos fueron descartados por falta de pruebas.
Sin embargo, la duda quedó sembrada.
Su temperamento, según algunos allegados, ha sido siempre explosivo, algo que ha intentado mantener oculto tras la cortina de su éxito profesional.
Su carrera, que despegó como un cohete desde que Carla Estrada lo eligiera para “Pasión”, lo convirtió en el galán por excelencia de la televisión mexicana.
De ahí, telenovela tras telenovela, rompió récords con “Cuidado con el ángel” y “Sortilegio”.
Incluso dio el salto a Hollywood, protagonizando junto a Jennifer López y Tyler Perry.
Su papel en la serie “Star” lo consolidó como un talento versátil, capaz de brillar tanto en inglés como en español.
Pero toda esa gloria parece hoy tambalearse.
La controversia en el restaurante, las peleas familiares y el historial de problemas con el alcohol comienzan a pintar un retrato muy distinto del que muchos fans habían idealizado.
Su separación definitiva de Elizabeth Gutiérrez, tras más de 20 años de una relación marcada por infidelidades, reconciliaciones y tensión, es solo otro síntoma del caos que parece rodearlo.
Algunos podrían decir que simplemente está atravesando una mala racha.
Otros, que está pagando el precio de años de conflictos no resueltos.
Lo cierto es que, ahora más que nunca, la pregunta se impone: ¿puede William Levy resurgir de este agujero emocional, legal y mediático? ¿O estamos siendo testigos del principio del fin de una de las carreras
más prometedoras del entretenimiento latino?
Por el momento, su equipo legal guarda silencio.
Las redes arden con opiniones divididas: mientras unos lo defienden, otros exigen responsabilidades.
La industria, siempre atenta a los escándalos, observa de cerca.
Cada paso, cada palabra, cada decisión que tome William a partir de ahora será decisiva.
Este no es solo un tropiezo.
Es un parteaguas.
Y aunque Levy ha demostrado en el pasado que sabe levantarse, esta vez el golpe ha sido demasiado público, demasiado personal, demasiado crudo.
Solo el tiempo dirá si William Levy vuelve a enamorar al público o si su nombre quedará manchado por siempre por esa noche que nunca debió ocurrir.
Una cosa es segura: el ídolo ha caído.
Y todos estamos mirando para ver si puede volver a levantarse.