🔥 ¡Explota el escándalo! Yailin y la Gumesa desatan furia contra Leidy Ortiz tras su renuncia
El caos volvió a estallar en el universo de Yailin La Más Viral.
Y esta vez, el blanco de la polémica fue nada más y nada menos que Leidy Ortiz, reconocida estilista, maquilladora y figura clave dentro del equipo visual de la cantante dominicana.
Todo comenzó con un anuncio: Leidy se retiraba del proyecto.
Lo que parecía ser una salida profesional más, se convirtió en una guerra sucia, cargada de insultos, indirectas, descalificaciones y acusaciones que han hecho arder las redes sociales.
El detonante real no fue la renuncia en sí, sino la respuesta agresiva del entorno de Yailin, encabezado por su fiel escudera: La Gumesa.
Esta figura, cada vez más visible en las redes de la artista, no tardó en activar su artillería.
En una serie de historias y publicaciones, la Gumesa no solo desacreditó la versión de Leidy sobre su salida, sino que arremetió con términos tan violentos como “mosquita muerta”, “interesada” y hasta la acusó de
supuestamente reclamar pagos dobles y enviar facturas después de haber sido pagada.
“Eso es a Leidy”, repetían los comentaristas del canal “La Meca Urbana”, mientras leían cada publicación.
La intensidad del ataque fue tal que muchos empezaron a preguntarse si esas palabras no eran, en el fondo, una proyección del resentimiento acumulado de Yailin, expresado a través de su portavoz no oficial, la
Gumesa.
Más aún cuando se sugirió que fue Yailin quien realmente la despidió, y no que Leidy se marchó por decisión propia.
La frase clave fue: “No fue que se fue, fue que la votaron”.
En redes, las reacciones no se hicieron esperar.
Fans de Leidy y observadores imparciales comenzaron a cuestionar la veracidad de las acusaciones.
¿Por qué tanto odio si solo fue una salida profesional? ¿Por qué borrar las historias si no hay nada que ocultar? Lo cierto es que el patrón de comportamiento ya parece repetirse: quien sale del círculo de Yailin,
termina siendo atacado, desacreditado o simplemente borrado del mapa.
Pero lo más grave vino con la insinuación directa de que Leidy, además de “malagradecida”, habría enviado facturas a la empresa de Kim Bedoya, insinuando un intento de fraude.
La gravedad de esa acusación no pasó desapercibida para los panelistas.
“Eso es difamación”, sentenciaron, dejando entrever que la Gumesa podría estar expuesta a una demanda si Leidy decide accionar legalmente.
“Si lo borró fue por eso”, afirmaron.
Porque cuando se juega con la reputación profesional de alguien en un sector como el del estilismo y la imagen, las consecuencias pueden ser serias.
Todo esto no solo expone una grieta en el equipo de Yailin, sino que también deja al descubierto el tipo de relaciones que la rodean.
“Todo lo que anda en el entorno de Yailin o termina mal o termina cagado”, disparó uno de los comentaristas.
Y es que, según ellos, el ambiente en el que se mueve la cantante no solo es tóxico, sino también autodestructivo.
La figura de la Gumesa, lejos de aportar profesionalismo, es vista por muchos como un parásito del proyecto, un “trípode” que no aporta valor real, pero sí polémica.
Mientras tanto, Leidy Ortiz ha mantenido una postura mucho más discreta.
Aunque no ha respondido con insultos, sí ha dejado entrever su incomodidad.
Y quienes han trabajado con ella en el pasado han salido a defenderla, describiéndola como profesional, enfocada y talentosa.
“Todo el mundo habla bien de Leidy”, afirmaron en el programa.
“¿Qué raro que la primera con quien tiene problemas sea Yailin?”
La comparación entre ambas figuras fue inevitable.
Mientras Leidy trabaja con modelos, actrices e influencers de alto perfil, la Gumesa sigue siendo vista como una figura sin rumbo ni función clara dentro del equipo de Yailin.
“¿Qué hace la Gumesa además de agarrar teléfonos y tomarse fotos?”, cuestionaron.
Las respuestas fueron demoledoras: “Nada.
Come, bebe y viste de lo que le da Yailin”.
Los rumores sobre supuestos favores financieros, hospedaje y hasta ropa prestada comenzaron a circular.
“Hasta los pantalones de Yailin se los pone”, decían.
Y lo más escandaloso: que la Gumesa sería incapaz de sobrevivir económicamente fuera de ese círculo.
Una figura que, de ser cierta esa dependencia, estaría atacando a Leidy simplemente por miedo a perder su posición dentro del pequeño imperio de Yailin.
También se criticó el silencio de la propia cantante.
¿Por qué dejar que sea la Gumesa quien dé la cara por su equipo? ¿Por qué no aclarar los hechos si se siente atacada? Esa pasividad, sumada a los antecedentes de conflictos con otros colaboradores, pinta un
panorama preocupante para la artista.
Porque no solo se trata de música, también de imagen, de relaciones públicas, de cómo maneja los conflictos que surgen inevitablemente en una carrera pública.
Lo cierto es que mientras más pasa el tiempo, más evidente se hace que algo no funciona en el círculo interno de Yailin.
Salidas misteriosas, cambios repentinos, acusaciones entre excolaboradores… La lista crece.
Y cada nueva pelea no hace más que debilitar el proyecto artístico de quien, irónicamente, quiere ser “la más viral”.
Esta última confrontación con Leidy Ortiz puede parecer solo otro episodio de farándula, pero es mucho más.
Es un reflejo de cómo una carrera puede descarrilarse no solo por malas decisiones musicales, sino por rodearse de las personas equivocadas.
Y si algo ha dejado claro este escándalo, es que mientras la Gumesa esté en el cuadro, no habrá paz ni profesionalismo posible.
Porque cuando el talento se va y el escándalo se queda, ya sabemos en qué termina la historia.
Y a este paso, el final no será muy diferente de todos los que ya hemos visto antes.