Los Enanitos Verdes son una de las bandas más emblemáticas del rock en español, reconocidos por sus himnos que marcaron generaciones y por su capacidad para conectar con el público a través de letras sinceras y melodías inolvidables.
Sin embargo, detrás de su éxito y fama, se esconde una historia llena de altibajos, tragedias, renacimientos y un vínculo inquebrantable con sus raíces.
Este es un recorrido por la historia de una banda que pasó de tocar en bares olvidados a llenar estadios y convertirse en leyendas del rock latinoamericano.
La historia de Los Enanitos Verdes comienza en Mendoza, Argentina, en la década de los años 70.
El nombre de la banda tiene un origen paranormal y misterioso que pocos conocen.
En 1977, una familia tomó una foto en el Puente del Inca, un lugar emblemático de Mendoza, que al revelarla mostró una figura extraña: un humanoide con cabeza en forma de cono, que rápidamente fue apodado “el enanito verde”.
La imagen se volvió viral y llegó incluso a manos de la NASA para su análisis.
Un experto en fotografía confirmó la autenticidad de la imagen, lo que dio pie a una leyenda urbana que inspiró el nombre de la banda.
Un amigo periodista empezó a llamarlos “Los Enanitos Verdes del Puente del Inca”, pero por practicidad, el nombre se acortó a simplemente Los Enanitos Verdes.
Este origen tan peculiar refleja el espíritu único y algo rebelde que la banda siempre mantuvo, una mezcla de rock, misticismo y autenticidad.
Los inicios de Los Enanitos Verdes estuvieron marcados por la perseverancia y el trabajo duro.
Su primer álbum homónimo, aunque no tuvo un éxito inmediato, les dejó canciones que luego serían parte de su legado, como “La Nena de 17” y “Amor Callejero”.
Sin embargo, fue la canción “Aún Sigo Cantando” la que logró conectar con el público argentino y latinoamericano, salvando el honor del disco y dando un impulso importante a la banda.
Con la llegada de su segundo álbum, “Contra Reloj”, la banda dio un salto de calidad, contando con la producción del reconocido Andrés Calamaro, quien aportó un toque especial que catapultó a Los Enanitos a la fama en toda América Latina.
Este disco incluyó éxitos como “La Muralla Verde”, “Cada Vez Que Te Digo Adiós” —dedicada por Marciano a su madre— y “Tus Viejas Cartas”, una canción cargada de emociones que relata un amor juvenil que perduró a pesar del tiempo y las circunstancias.
La vida de Marciano Cantero, líder y voz de la banda, estuvo marcada por historias de amor que inspiraron muchas de sus canciones.
“Tus Viejas Cartas” es un claro ejemplo, escrita para Viviana, un amor de juventud que, aunque se separaron por el camino, nunca dejó de estar presente en su corazón.
Más de 30 años después, volvieron a reencontrarse, demostrando que el amor verdadero puede superar el tiempo y las adversidades.
Pero no todo fue felicidad. En 1989, durante una gira por México, un accidente automovilístico cobró la vida de Roberto Cirigliano, agente de prensa y amigo cercano de la banda.
Marciano sobrevivió milagrosamente, aunque con heridas profundas que cambiaron su perspectiva y la dinámica del grupo.
Este suceso marcó el inicio de una etapa difícil para Los Enanitos, que enfrentaron bajas morales y la salida de integrantes clave.
A pesar de las dificultades, Los Enanitos Verdes siguieron adelante, consolidándose como una de las bandas más importantes del rock en español.
Con álbumes como “Habitaciones Extrañas” y “Carrousel”, continuaron cosechando éxitos y ganando seguidores en México, el Caribe y todo el continente.
Canciones como “Sumar Tiempo No Es Sumar Amor”, “No Me Verás” y el icónico “Lamento Boliviano” se convirtieron en himnos que aún hoy resuenan en fiestas, karaokes y reuniones.
Su participación en el Festival de Viña del Mar en 1988 fue un punto culminante, donde recibieron las codiciadas antorchas de plata y el cariño apasionado del público chileno, consolidando su legado en la región.
Como sucede en muchas bandas, Los Enanitos Verdes enfrentaron cambios significativos a lo largo de su carrera.
En 1992, tras una separación oficial, el trío original se reencontró para grabar el álbum “Igual que Ayer”, recuperando la esencia que los hizo grandes.
Este disco contó con colaboraciones especiales, como la del cantante Alejandro Lerner, y reafirmó la vigencia de la banda en la escena musical.
Sin embargo, los cambios continuaron.
El tecladista Eduardo Lalán salió y fue reemplazado por Horacio Gómez, y la banda decidió asumir la producción de su disco “Big Bang”, un álbum con un sonido más pesado y potente que incluyó clásicos como “Mejor No Hablemos de Amor” y “Lamento Boliviano”, canción que opacó incluso a su versión original y se mantiene como su tema más emblemático.
Los Enanitos Verdes no solo conquistaron América Latina, sino que también lograron reconocimiento en Estados Unidos, aunque no sin controversias.
Su sencillo “Dale Pascua” fue acusado de contener un mensaje racista y censurado en algunas televisoras, lo que llevó a Marciano a aclarar que la intención era otra, enfocada en la crítica social sobre el desempleo en Argentina.
A lo largo de los años, la banda continuó lanzando álbumes exitosos como “Soledad”, “Planetario”, “Néctar” y “Amores Lejanos”, manteniendo un equilibrio entre la innovación musical y la fidelidad a su estilo característico.
Participaron en giras internacionales que los llevaron a México, Estados Unidos, Venezuela, Colombia, Chile y España, ganándose el cariño de públicos diversos.
En los últimos años, la salud de Marciano Cantero se deterioró debido a una grave afección renal que requirió una operación delicada y la extirpación de parte de sus órganos.
A pesar del dolor y las dificultades, su espíritu y dedicación nunca flaquearon.
Su hijo lo describió como su mejor amigo, un testimonio del vínculo profundo que tenía con su familia.
Marciano falleció el 8 de septiembre de 2022, dejando un legado imborrable en la historia del rock latinoamericano.
Su despedida fue emotiva y multitudinaria, con miles de fans y músicos rindiéndole tributo.
Sin embargo, la historia de Los Enanitos Verdes no terminó con su partida.
Un año después de la muerte de Marciano, la banda anunció su regreso, decidida a continuar haciendo lo que mejor saben: rockear con el alma.
La esencia que los hizo grandes sigue viva en sus canciones, y su influencia perdura en nuevas generaciones de fans.
Los Enanitos Verdes comenzaron como un trío en Mendoza, con Marciano Cantero, Felipe Staiti y Daniel Piccolo.
A lo largo de más de cuatro décadas, han enfrentado tragedias, cambios y desafíos, pero siempre han mantenido su pasión por la música y su compromiso con sus seguidores.
La historia de Los Enanitos Verdes es un reflejo de la vida misma: llena de sueños, amores, éxitos, pérdidas y renacimientos.
Desde un misterioso origen paranormal hasta convertirse en íconos del rock en español, esta banda ha dejado una huella profunda en la cultura musical latinoamericana.
Su música sigue siendo el soundtrack de millones, y su legado continuará inspirando a quienes creen en el poder del rock para contar historias y unir corazones.
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