Invasión del CJNG en Teocaltiche: La Chapiza Sufre una Derrota Decisiva y El Mencho Aumenta Su Imperio Criminal
En una serie de eventos que han sacudido a las autoridades y a la población local de Jalisco, la violencia del narcotráfico ha alcanzado nuevos niveles en el occidente de México.
En las últimas semanas, se ha confirmado que el grupo criminal conocido como La Chapiza, tradicionalmente vinculado con la organización de Joaquín “El Chapo” Guzmán, ha perdido el control sobre importantes zonas en los municipios de Teocaltiche y Villa Hidalgo, ubicados en el estado de Jalisco, ante el avance imparable del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, conocido como “El Mencho”.
Este cambio de poder, que se ha dado en el marco de una escalada de enfrentamientos violentos entre diversos grupos del crimen organizado, es considerado un movimiento estratégico dentro de la guerra territorial que libran los cárteles en México.
La disputa por el control de las rutas de tráfico de drogas y otros delitos vinculados a la economía del narcotráfico ha sido una constante en esta región, que históricamente ha sido un punto clave para los cárteles que buscan dominar el corredor de transporte hacia los Estados Unidos, uno de los destinos más lucrativos para el tráfico de drogas.
Las autoridades locales y federales, quienes han sido testigos de esta violencia creciente, han identificado a Teocaltiche y Villa Hidalgo como dos de los puntos más relevantes en este conflicto entre La Chapiza y el CJNG.
A pesar de los intentos por parte de La Chapiza de defender su territorio, la supremacía y el poderío del CJNG han sido determinantes.
Testigos en la zona han informado sobre una intensa presencia del CJNG en las calles, así como de enfrentamientos armados entre los sicarios de ambos cárteles, que han causado no solo muertos y heridos, sino también el desplazamiento de cientos de personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares ante la inseguridad.
El CJNG, conocido por su brutalidad y organización, ha implementado una serie de tácticas violentas para consolidar su poder en la región.
Según fuentes cercanas a las investigaciones, el grupo de “El Mencho” ha comenzado a establecer su dominio mediante amenazas directas, emboscadas y actos de terrorismo, que incluyen la quema de vehículos y bloqueos de carreteras.
Estos actos han generado un clima de miedo y desesperación entre la población, que ya había estado sufriendo los efectos de la violencia del crimen organizado en años anteriores.
Por otro lado, La Chapiza, aunque sigue siendo un grupo relevante en la estructura del crimen organizado, ha mostrado signos de debilitamiento en los últimos tiempos.
En el pasado, este grupo estuvo muy vinculado con las operaciones de “El Chapo” Guzmán y, aunque su influencia ha disminuido con la captura y extradición del líder del cártel de Sinaloa, sigue siendo considerado un actor importante en la lucha por las rutas de droga.
Sin embargo, la creciente presión del CJNG y las disputas internas dentro de su estructura han hecho que varios de sus líderes opten por retirarse o negociar con otros cárteles más fuertes, como es el caso del CJNG.
Este fenómeno de “abdicación territorial” por parte de La Chapiza no es aislado.
En diversas partes de México, el CJNG ha ido expandiendo su dominio, desplazando a otros grupos como Los Zetas, el Cártel de Sinaloa y La Familia Michoacana, que durante años fueron los principales actores en el tráfico de drogas en ciertas regiones.
Con el control de Teocaltiche y Villa Hidalgo, el CJNG ahora posee una ventaja estratégica en su lucha por asegurar su monopolio sobre el tráfico de fentanilo, metanfetaminas y otras sustancias ilícitas, que son muy demandadas en los mercados internacionales.
Las autoridades han comenzado a reconocer el cambio en el equilibrio de poder, y aunque han incrementado sus operativos en la región, los esfuerzos no han sido suficientes para frenar el avance del CJNG.
Los elementos de la Guardia Nacional y las fuerzas federales han sido desplegados en la zona, pero las dificultades logísticas y el conocimiento profundo del terreno por parte de los sicarios del CJNG complican las operaciones de seguridad.
El panorama en Teocaltiche y Villa Hidalgo es desolador para los residentes.
En los últimos días, varios habitantes han denunciado que los sicarios del CJNG se han infiltrado en la vida diaria de los pueblos, exigiendo cuotas de extorsión a comerciantes locales, secuestrando a personas para presionar a sus familias y, en algunos casos, ejecutando a aquellos que se atreven a desafiar su autoridad.
Los habitantes han expresado su frustración por la falta de respuesta eficaz por parte del gobierno y la percepción de que los cárteles están tomando el control de la ley y el orden en estas localidades.
El impacto de este conflicto también se extiende a las comunidades cercanas, que temen ser las siguientes en ser absorbidas por el CJNG.
En municipios vecinos como Lagos de Moreno y San Juan de los Lagos, la presencia de la delincuencia organizada ha aumentado, lo que provoca que las autoridades locales se encuentren en una situación de alerta constante, sin saber si podrán mantener el control de sus territorios.
El gobierno estatal y federal, por su parte, ha prometido aumentar los esfuerzos para restaurar la seguridad en Jalisco, una entidad que ha sido uno de los epicentros de la violencia del narcotráfico en los últimos años.
Sin embargo, las promesas de seguridad continúan siendo insuficientes frente a la magnitud del poder de los cárteles como el CJNG, que no solo domina el tráfico de drogas, sino también otros delitos como la extorsión, el secuestro y el lavado de dinero.
A medida que La Chapiza cede sus posiciones, el CJNG consolida su dominio en una de las regiones más disputadas de México.
La lucha por el control de las rutas de droga y la expansión de su poder se intensificarán en los próximos meses, con más enfrentamientos, desplazamientos y, seguramente, un aumento en la violencia.
Las autoridades, por su parte, continúan luchando para frenar el avance de uno de los cárteles más poderosos y sanguinarios del mundo, pero el desafío sigue siendo monumental.
Este cambio de poder en Teocaltiche y Villa Hidalgo es solo una de las muchas batallas en la guerra interminable del narcotráfico en México, un conflicto que sigue dejando un saldo de víctimas, familias destrozadas y comunidades sumidas en el miedo.
La situación continúa evolucionando, y solo el tiempo dirá cómo responderán tanto las autoridades como la sociedad civil ante el desafío creciente de los cárteles.