Carlos El Grande, el emblemático cantante panameño, conocido por su voz potente y su carisma en el mundo de la salsa, abre su corazón en una entrevista exclusiva con Salserísimo Perú.
En esta charla, Carlos aclara muchos mitos y revela detalles inéditos sobre su carrera, sus inicios, y la polémica relación con figuras icónicas como Óscar de León y Leo Pacheco.
A través de sus palabras, el artista muestra la verdad detrás de episodios que marcaron la historia de la salsa y confiesa cómo ha enfrentado las críticas y ataques a lo largo de su trayectoria.
Calixto Ferrer Pérez, mejor conocido como Carlos El Grande, nos cuenta que su nombre artístico surgió casi por casualidad.
Fue un amigo boxeador quien le prometió que cuando fuera campeón mundial le pondría ese nombre, convencido de que sería un gran cantante.
Aunque al principio le pareció extraño, con el tiempo “Carlos El Grande” se convirtió en su sello personal, reconocido en su pueblo y más allá.
Curiosamente, Carlos llegó a la música desde un mundo muy diferente: el deporte.
Practicaba lucha olímpica y aspiraba a un futuro en esa disciplina, motivado por incentivos económicos y sociales que ofrecía el gobierno panameño.
Sin embargo, un accidente truncó esa carrera y lo llevó a probar suerte en la lucha libre amateur, donde comenzó a cantar casi por casualidad, despertando el interés de un amigo que lo inscribió en una emisora de radio para cantar.
Así comenzó su aventura musical, con una balada que no recuerda bien, pero que marcó el inicio de una carrera que lo llevaría a ser una voz fundamental en la salsa.
En 1977, cuando Óscar de León y la Salsa Mayor llegaron a Panamá, Carlos ya había consolidado su carrera con Los Excelentes y el conjunto Los Babys.
A pesar de no ser inicialmente un salsero, Carlos fue guiado por músicos experimentados que le enseñaron a soñar y a cantar salsa, bolero y otros ritmos tropicales.
Su talento y carisma lo posicionaron como uno de los grupos más destacados del país, alternando con estrellas internacionales.
Carlos recuerda con humor y orgullo cómo, durante un baile, eliminó a varios cantantes, incluyendo a Leo Pacheco, en una especie de competencia interna.
Su confianza y energía lo llevaron a destacarse rápidamente.
Sin embargo, la relación con la Salsa Mayor y Óscar de León estuvo marcada por complejidades y desafíos.
Uno de los momentos más recordados en la carrera de Carlos El Grande fue la grabación de la canción “Fuimos Amigos”, un tema que se interpretó como un mensaje dirigido a Óscar de León.
Carlos explica que la letra fue escrita por Leo Pacheco y que él solo puso el “aderezo” musical, los pregones y las guías, haciendo suyo el tema con su interpretación.
Este tema desató muchas especulaciones y enemistades, especialmente entre fanáticos y músicos, quienes interpretaron la canción como un ataque directo a Óscar de León.
Carlos confiesa que, a pesar de las críticas y los ataques personales que ha recibido a lo largo de los años, nunca tuvo la intención de generar conflictos.
Él simplemente hizo su trabajo con profesionalismo y sentimiento, y reconoce que la salsa es un mundo lleno de pasiones y rivalidades.
Carlos relata que su llegada a Venezuela para integrarse a la Salsa Mayor no fue tan sencilla como muchos piensan.
Fue un proceso lleno de secretos y maniobras, donde lo mantuvieron oculto para evitar encuentros incómodos con Óscar de León.
En Caracas, ensayó con la orquesta y se fue puliendo hasta convertirse en una pieza clave del grupo.
Sin embargo, la relación interna de la Salsa Mayor estaba marcada por tensiones y desacuerdos, principalmente por cuestiones económicas y de liderazgo.
Leo Pacheco, el líder, mantenía resentimientos hacia Óscar de León, lo que afectó la dinámica del grupo.
Carlos se mantuvo al margen de estas disputas, concentrado en su papel como cantante.
A pesar de las controversias, Carlos recuerda con respeto y admiración a Óscar de León.
Relata que se encontraron varias veces después del lanzamiento de “Fuimos Amigos”, siempre con cordialidad y sin rencores.
Incluso cuenta una anécdota en el aeropuerto de Maiquetía, donde lo saludó sin temor, porque “el que no debe no teme”.
También menciona una reunión donde se discutió una posible demanda, pero que finalmente no prosperó.
Carlos asegura que no busca conflictos ni especulaciones, y que su único deseo es poder cantar tranquilo y dejar un legado musical.
Tras su etapa en Venezuela, Carlos se trasladó a Nueva York, donde vivió entre esa ciudad y Venezuela.
Allí grabó con José Manuel Junior y participó en proyectos con otros artistas de renombre.
También tuvo la oportunidad de compartir con figuras como Pellín Rodríguez y Gilberto Santa Rosa, con quienes mantuvo una buena relación.
Carlos destaca que, aunque la salsa es un mundo competitivo, siempre ha tratado de mantenerse fiel a sí mismo y a su estilo, sin dejarse llevar por las polémicas ni los conflictos.
En la entrevista, Carlos reflexiona sobre la salsa como un género musical lleno de historia, pasión y rivalidades, pero también de respeto y camaradería.
Reconoce la grandeza de figuras como Óscar de León, a quien considera un ícono, aunque con diferencias en cuanto a su etapa tocando el bajo.
Carlos también habla sobre su propio estilo y cómo ha logrado mantenerse vigente a lo largo de los años, adaptándose sin perder la esencia.
Explica que su éxito se debe a su oído, sentimiento y conexión con el público, más que a la técnica formal.
Carlos El Grande cierra la entrevista con un mensaje de humildad y gratitud hacia sus seguidores y la comunidad salsera.
Reconoce que la música es un lenguaje universal que une a las personas y que, a pesar de las diferencias y los ataques, su pasión por la salsa sigue intacta.
Invita a los amantes de la salsa a disfrutar del género con respeto y a valorar el trabajo de todos los artistas que han contribuido a su crecimiento.
Asegura que, aunque ha enfrentado críticas y enemistades, su compromiso es seguir cantando con el alma y dejando un legado que inspire a futuras generaciones.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
