Sissi Fleitas: Finalmente rompe el silencio y revela la verdad sobre Don Francisco y los años turbulentos detrás del brillo de Sábado Gigante
Durante casi una década, Sissi Fleitas fue mucho más que una cara bonita en la televisión hispana.
Su cabello rubio platinado, su sonrisa deslumbrante y sus tacones altos se convirtieron en íconos de Sábado Gigante, el programa de variedades más influyente y longevo del mundo latino.
Pero mientras millones la veían brillar cada sábado por la noche, detrás de las cámaras se tejía una historia mucho más compleja y oscura, marcada por rumores, alianzas y silencios que duraron años.
Ahora, a los 49 años, Sissi decide romper el pacto de silencio que la acompañó durante dos décadas y revela una verdad que sacude los cimientos de la televisión en español.
El precio del protagonismo
Desde el primer momento en que Sissi apareció en Sábado Gigante, su presencia fue imposible de ignorar.
No era solo su belleza lo que la distinguía, sino una seguridad feroz que la convertía en el centro de atención.
Sin embargo, esa misma seguridad fue interpretada por muchos como arrogancia, y pronto comenzaron a circular rumores sobre cómo había conseguido su lugar privilegiado en el programa. ¿Era realmente talento lo que la mantenía cerca de Don Francisco, o existía un acuerdo tácito entre ambos?
Las declaraciones de Victoria del Rosal, estrella de reality shows, en una entrevista de 2016, encendieron la chispa de la controversia: “Don Francisco la mantenía cerca porque le hacía sus favorcitos, le hacía sus trabajos.” De inmediato, la industria y el público se dividieron.
¿Era Sissi una protegida, una musa, o algo mucho más complicado? Las acusaciones de favoritismo y de favores íntimos tras bambalinas se convirtieron en tema de conversación en todos los rincones del entretenimiento latino.
La tormenta mediática
La carrera de Sissi en Sábado Gigante, desde 1998 hasta 2005, fue meteórica. Cada semana, su imagen era omnipresente en la pantalla, mientras otros talentos más experimentados desaparecían sin explicación. Detrás del brillo, los rumores crecían.
Se decía que Don Francisco, creador y productor ejecutivo del programa, tenía el poder absoluto para construir o destruir carreras. Y cuando la presencia de Sissi pasó de ser ocasional a casi permanente, todos comenzaron a preguntarse cuál era el verdadero motivo.
Los comentarios de Victoria del Rosal fueron solo el inicio. Pronto, otros colegas y tabloides se sumaron con sus propias versiones.
Se acusaba a Sissi de pagar con su cuerpo, de manipular y de ser rechazada por sus compañeros. La imagen pública de Sissi se transformó: de reina del glamour a protagonista de escándalos y dramas detrás de cámaras.
La defensa de Sissi
Ante la avalancha de críticas, Sissi Fleitas no se quedó callada. En una entrevista sincera con People en español, calificó los rumores de “totalmente absurdos”.
“En los 8 años que trabajé en Sábado Gigante, lo único que existió entre Don Francisco y yo fue admiración mutua por el talento del otro. Nada más. A la gente le encanta hablar, pero nadie vio lo que yo vi: la disciplina, la preparación, la dedicación al oficio. Él era un profesional y yo también.”
Sissi defendió su derecho a sentirse orgullosa de su belleza y de su carrera. “Sí, soy hermosa. Sí, he trabajado duro.
Sí, he tenido que luchar el doble para que me tomen en serio, pero eso no significa que le deba mi carrera a la cama de nadie. Me la gané.” A lo largo de la entrevista, su tono fue firme, desafiante. “No sobrevives en esta industria por décadas siendo solo una marioneta. Sobrevives porque das resultados.”
Sin embargo, no pudo ocultar que las acusaciones la habían marcado. “Por supuesto que duelen. Soy humana. Pero he aprendido a dejar que mi trabajo hable más fuerte que el chisme.”
Más allá de los rumores
Lo más impactante, quizás, es que a pesar de todo, Sissi Fleitas aún mantiene contacto con Don Francisco. “Él me escribe a veces, y yo siempre respondo. No hay amargura ni vergüenza, solo una aceptación serena.
Era gratitud, nostalgia o simplemente una comprensión silenciosa entre dos personas que conocían las reglas del juego y las jugaron mejor que nadie.”
Ni Don Francisco ni Univisión han emitido jamás una declaración pública sobre las acusaciones. El silencio, dicen muchos, habla por sí solo.
Un nuevo capítulo
Hoy, Sissi Fleitas vive en Miami, casada con un empresario egipcio y reinventada como chef e influencer en redes sociales.
Su historia de amor real no comenzó entre alfombras rojas ni con productores moviendo hilos, sino con un encuentro fortuito en Nueva York. “Fue una conexión instantánea, intensa, emocionante, fugaz. Ese verano fuimos inseparables, pero la vida nos separó. Años después, el destino nos reunió de nuevo y esta vez no nos soltamos.”
En marzo de 2018, Sissi y Refalle se casaron en una ceremonia islámica tradicional en una mezquita de Nueva York.
Para alguien que vivió gran parte de su vida bajo los flashes, fue un momento de intimidad intencional. “Fue hermoso, espiritual, amor puro y simple.” La pareja luego celebró en Miami, pero ese primer día, íntimo, sagrado, fue el que más significó.
Renacer lejos del escándalo
Para Sissi, este nuevo capítulo es una reescritura completa. Después de años de enredos públicos, finalmente abraza un amor que no necesita titulares para existir. “Él me consiente, me entiende y me hace sentir vista. Ya no se trata de ser perfecta para el mundo, se trata de ser perfectos el uno para el otro.”
Su vida ahora está llena de platos cubanos caseros, viajes, tutoriales de cocina y tips de maquillaje. Comparte destellos de dicha doméstica, dejando atrás el drama y la obsesión mediática.
Sus seguidores aún la llaman la reina de Sábado Gigante, pero ella rara vez menciona el programa. El pasado es un lugar que visita, no donde vive.
Conclusión
Sissi Fleitas necesitó décadas para encontrar a un hombre que no la quisiera por el brillo de su fama, sino por el calor que había detrás. Nunca ha intentado opacarla, solo la sostiene firme cuando brilla demasiado.
“Todo lo que viví, cada desamor, cada traición, cada titular, me preparó para este amor. El que no hace ruido, pero tampoco deja lugar a dudas.”
La historia de Sissi Fleitas es, al final, la de una mujer que sobrevivió a los rumores, los juicios y el escrutinio público, y que finalmente encontró su voz y su verdad. Porque, como ella misma dice, “No sobrevives en esta industria por décadas siendo
