Fernando de Borbón y Medina, primo del Rey Felipe VI, fallece a los 58 años en Sevilla debido a un infarto, dejando a la Familia Real consternada por su repentina partida.
El inicio de 2025 ha sido trágico para la Familia Real española. Fernando de Borbón y Medina, primo del Rey Felipe VI, ha fallecido a los 58 años en Sevilla, a consecuencia de un infarto.
Su repentina partida ha sorprendido a la familia y a quienes, aunque no era una figura mediática, reconocen su conexión con la realeza y su discreta vida alejada del foco público.
El luto por su muerte se ha visto marcado por la coincidencia de las fechas, ya que el suceso ocurrió el pasado domingo, 5 de enero, justo en los días posteriores a la celebración del 87º cumpleaños del Rey Juan Carlos I.
Fernando de Borbón y Medina era hijo de Alfonso de Borbón y Pérez del Pulgar y de Inés Medina y Atienza, lo que lo vinculaba de manera directa con la familia real, siendo sobrino de Juan Carlos I y primo segundo de Felipe VI.
A pesar de su cercanía con la primera línea de la monarquía española, Fernando siempre preferió mantenerse en un perfil bajo, apartado de los titulares de la prensa del corazón y las cámaras.
Su vida transcurrió lejos de las miradas públicas, siendo un destacado directivo en Endesa, empresa de la que formó parte durante más de dos décadas.
Había comenzado su prejubilación recientemente, y se encontraba en pleno proceso de transición para su relevo en la compañía cuando la noticia de su repentina muerte hizo trizas esos planes.
Su trayectoria personal estuvo marcada por varias pérdidas familiares dolorosas. En 2007, sufrió la muerte de su padre, Alfonso de Borbón, un teniente coronel de caballería que también fue presidente del Real Aeroclub de Sevilla y directivo del Sevilla FC.
Apenas un año después, en 2008, perdió a su madre, Inés Medina, quien había desempeñado un papel fundamental en la organización de eventos como la Expo Universal de Sevilla en 1992.
Pero la tragedia no se detuvo allí. En 2005, Fernando vivió otra pérdida desgarradora con la muerte de su hermano, Alfonso de Borbón y Medina, a causa de un accidente de coche.
Aunque Alfonso había quedado en estado crítico tras el choque, finalmente falleció un día después en el hospital. Este golpe fue tan duro que incluso los Reyes Felipe y Letizia, así como la Infanta Elena y Doña Sofía, acudieron a rendirle homenaje en el tanatorio.
Ahora, en esta nueva pérdida, la Familia Real enfrenta otro dolor en sus corazones, aunque no se ha confirmado si se desplazará a Sevilla para el funeral o si prefiere mantener un luto más privado.
El tanatorio SE-30 de Sevilla acogió los restos de Fernando, donde sus allegados y familiares cercanos pudieron despedirse. Su esposa, María Vallejo, y sus tres hijos –Fernando, Sofía e Ignacio– fueron los primeros en llegar para darle el último adiós.
En contraste, los miembros de la Familia Real no estuvieron presentes, ya que la muerte ocurrió en plena festividad de Reyes y con los compromisos oficiales ya programados para esas fechas.
Este año, los Reyes Felipe y Letizia inauguraron su agenda anual con la tradicional Pascua Militar en el Palacio Real de Madrid, un acto solemne que, para el monarca y su consorte, marca el inicio de su trabajo oficial.
El evento contó con la presencia de la Princesa Leonor, quien, por segunda vez, acompañó a sus padres en este acto antes de embarcarse en su crucero de instrucción a bordo del “Juan Sebastián Elcano”.
Al terminar la Pascua, la familia real continuó con las celebraciones del Día de Reyes, disfrutando del tradicional roscón en la casa de Jesús Ortiz, el padre de la Reina Letizia, en una costumbre que sigue viva dentro del círculo familiar.
Aunque los Reyes no pudieron acudir al velatorio, ya que las festividades y compromisos oficiales se solapaban con el luto, se espera que en los próximos días se tomen decisiones sobre el tipo de homenaje que la Familia Real rendirá a Fernando de Borbón y Medina.
Por su parte, los miembros más cercanos al Rey Juan Carlos I, que había celebrado su cumpleaños en Abu Dabi en compañía de varios amigos y rostros conocidos, tampoco se hicieron presentes en el tanatorio sevillano.
Sin embargo, la ausencia de los Reyes Felipe y Letizia en la despedida de Fernando se debió a sus apretadas agendas, no a un desinterés o falta de respeto, ya que las festividades de Reyes y otros compromisos oficiales les impedían trasladarse a Sevilla en ese momento.
Por otro lado, mientras la Familia Real española vivía estos días de celebraciones y compromisos oficiales, miles de personas en todo el mundo celebraban de manera distinta el cumpleaños de Juan Carlos I.
La ocasión fue tan especial que incluso se organizó un espectacular show de drones en el cielo de los Emiratos Árabes Unidos para rendir homenaje al Rey emérito.
Este evento marcó un contraste con la tristeza que, en la intimidad de su familia, se vive tras el fallecimiento de Fernando de Borbón y Medina.
Este luctuoso suceso ha dejado una profunda huella en los miembros de la Familia Real, que, pese a su perfil discreto, siempre fue una parte importante de la red de apoyo familiar y empresarial que rodeaba al monarca y su entorno.
Aunque Fernando de Borbón y Medina prefería mantenerse al margen de la vida pública, su fallecimiento demuestra que, a pesar de la distancia mediática, los lazos familiares siguen siendo fuertes y las pérdidas de este tipo son un golpe duro para cualquier familia.
Con la muerte de Fernando, la familia Borbón y Medina se ve nuevamente tocada por la tragedia.
En un año que comenzó con promesas y compromisos, la inesperada partida de este miembro cercano a la realeza española ha dejado una sombra de tristeza en lo que debería haber sido un comienzo esperanzador.