Camilo Blanes Cortés, conocido mundialmente como Camilo Sesto, fue uno de los cantantes y compositores más emblemáticos de España y de la música en español.
Nacido el 6 de septiembre de 1946 en Alcoy, España, su trayectoria artística marcó un antes y un después en los géneros de balada romántica, pop y rock, dejando una huella imborrable en varias generaciones.
Desde muy joven, Camilo mostró interés por la música.
Comenzó a cantar a los seis años en el coro de su colegio, pero fue en la adolescencia cuando decidió dedicarse profesionalmente.
A los 16 años se unió al grupo pop Los Dayson, y posteriormente a Los Botines, banda con la que participó en la película española *El flautista de Hamelín*.
Su carrera como solista comenzó a principios de los años 70, adoptando el nombre artístico de Camilo Sexto, que luego simplificó a Camilo Sesto.
Su primer álbum como solista, *Algo de mí* (1971), fue un éxito inmediato, catapultándolo a la fama en España y América Latina.
Canciones como “Perdóname” y “El amor de mi vida” se convirtieron en himnos románticos que aún hoy son escuchados y versionados por millones.
Uno de los hitos más importantes en la carrera de Camilo Sesto fue su participación en la versión española del musical *Jesucristo Superstar* (1975).
No solo protagonizó el papel de Jesús de Nazaret, sino que también financió la producción, enfrentándose a la falta de apoyo empresarial y a la controversia de sectores conservadores.
A pesar de las dificultades, el musical fue un éxito rotundo y consolidó su prestigio como artista versátil y comprometido.
Durante esta época, Camilo también se caracterizó por su imagen distintiva, incluyendo una barba que se dejó crecer para interpretar a Jesús.
Esta imagen le valió incluso una oferta publicitaria de 50,000 dólares para afeitarse la barba, dinero que donó a un orfanato, demostrando su generosidad y compromiso social.
La vida personal de Camilo Sesto estuvo marcada por relaciones intensas y momentos complicados.
Durante una gira en México, conoció a Lourdes Ornelas, una joven fanática de su música con quien tuvo una relación significativa y de la que nació su único hijo, Camilo Blanes Ornelas, apodado “Camilín”.
Sin embargo, la relación entre Camilo y Lourdes fue turbulenta.
En dos ocasiones, Lourdes quedó embarazada y en ambas el cantante no apoyó el nacimiento, llegando a convencerla de interrumpir el primer embarazo, lo que causó una profunda depresión en ella.
Finalmente, en 1983 nació su hijo, y aunque Camilo mostró interés inicial por su paternidad, la convivencia familiar fue difícil y terminó con Lourdes y el niño regresando a México.
Más tarde, Camilo se llevó a su hijo a Madrid, alejándolo de su madre, lo que generó tensiones y denuncias legales.
En años recientes, la vida de su hijo ha estado en el ojo público debido a problemas personales y de salud, incluyendo su transición de género y dificultades con adicciones, lo que ha generado preocupación en familiares y seguidores.
A partir del año 2000, Camilo Sesto comenzó a sufrir graves problemas de salud.
Fue hospitalizado en varias ocasiones debido a una enfermedad hepática que requirió un trasplante de hígado en 2001.
Aunque la operación fue inicialmente exitosa, su cuerpo rechazó el órgano, lo que derivó en fallos renales y múltiples intervenciones quirúrgicas.
Estos problemas físicos afectaron su movilidad y su capacidad vocal, y en 2008 anunció su retiro definitivo de la música para dedicarse a su familia y buscar una vida más tranquila.
A pesar de ello, hizo algunas apariciones y lanzó álbumes esporádicos hasta poco antes de su fallecimiento.
En sus últimos años, Camilo Sesto sorprendió a sus seguidores con un cambio radical en su apariencia, producto de múltiples cirugías estéticas, incluyendo lifting facial, rinoplastia y tratamientos con bótox y ácido hialurónico.
Gastó aproximadamente 20,000 dólares en estas intervenciones, que generaron controversias y debates en medios y redes sociales.
Aunque él negó públicamente haberse sometido a tales procedimientos y se mostró molesto ante las preguntas, los expertos y la prensa evidenciaron los efectos visibles de estas operaciones, que afectaron su expresión y su voz.
El 8 de septiembre de 2019, a los 72 años, Camilo Sesto falleció a causa de un paro cardiorrespiratorio relacionado con complicaciones renales.
Su muerte fue anunciada oficialmente a través de su cuenta de Twitter, y miles de personas acudieron a despedirlo en un funeral multitudinario en Madrid.
Su legado artístico es inmenso: fue galardonado con numerosos discos de oro y platino, y es reconocido como el cantante de habla hispana con más números uno en todo el mundo.
Además, su ciudad natal, Alcoy, abrió un museo en su honor, y el 28 de mayo fue declarado el “Día de Camilo Sesto” en Nevada.
Tras su muerte, comenzaron a surgir rumores y disputas sobre el manejo de su herencia.
Camilo Sesto dejó un testamento claro, nombrando a su hijo como heredero universal de sus propiedades, derechos de autor de más de 400 canciones, y objetos personales como su piano y discos de oro, que se destinarían a un museo en Alcoy.
Sin embargo, la vida personal de su hijo, ahora conocida como Sheila Devil, ha generado preocupación por el uso del patrimonio, problemas con adicciones y el estado de la mansión familiar en Torrelodones, que ha sufrido deterioro y robos.
En octubre de 2023, Sheila admitió necesitar ayuda y expresó su deseo de ingresar a un centro de rehabilitación.
Camilo Sesto fue mucho más que un cantante exitoso; fue un ícono cultural cuya música romántica tocó millones de corazones.
Su vida estuvo llena de éxitos, desafíos personales y momentos difíciles, pero su legado artístico permanece vivo y sigue inspirando a nuevas generaciones.
A través de sus canciones, su voz y su historia, Camilo Sesto continúa siendo recordado como uno de los grandes de la música en español, un verdadero “Rey de las Baladas” que dejó una marca indeleble en el panorama musical mundial.
