FALLECIO SOLA LUEGO DE PERDER SUS ESPOSOS PERO SU NIETA QUEDO MUY RICA

La historia de María Elena Márquez, una de las figuras más influyentes y respetadas de la época de oro del cine mexicano, es tan brillante como dolorosa.

María Elena Marqués - EcuRed
Su trayectoria artística estuvo marcada por el talento, la disciplina y una presencia escénica que la convirtió en referente de toda una generación.

Pero su vida personal fue golpeada una y otra vez por tragedias que alteraron su destino, incluida la muerte inesperada de sus esposos y un último episodio, casi absurdo por su origen, que terminaría arrebatándole la vida a los 81 años.

A pesar de este final tan triste, su legado se mantiene vivo y parte de él fue heredado por su familia, especialmente por su nieta, quien tiempo después administraría un patrimonio que muchos no imaginaban que existiera.

 

María Elena Márquez ingresó al mundo artístico casi por casualidad.

A inicios de la década de 1940, cuando aún era una adolescente que regresaba de la escuela con sus libros en la mano, fue descubierta por el reconocido director Fernando de Fuentes, quien quedó impresionado por su presencia natural.

Sin estudios actorales ni preparación previa, superó una audición que le abriría las puertas a una carrera que avanzaría con enorme rapidez.

En 1942 debutó con solo 15 años en “Dos corazones y un tango”, cinta que llamó la atención no solo por su participación, sino también por la facilidad con la que la joven se desenvolvía frente a la cámara.

 

Un año después, en 1943, interpretó a Maricela, la hija del personaje de María Félix en “Doña Bárbara”, dirigida nuevamente por De Fuentes.

Ese mismo año protagonizó “Romeo y Julieta” junto a Cantinflas, una combinación atípica que mezcló drama con comedia, y participó en “Así se quiere en Jalisco” con Jorge Negrete.

En apenas dos años, María Elena pasó de ser una joven estudiante descubierta al azar a convertirse en una actriz reconocida en todo México.

María Elena Marqués - Wikipedia

Su ascenso fue meteórico y pronto alcanzó reconocimiento internacional.

Entre 1946 y 1947 protagonizó “La Perla”, dirigida por Emilio “Indio” Fernández y protagonizada junto a Pedro Armendáriz.

Con esta interpretación recibió el premio a Mejor Actriz en la Bienal de Venecia, convirtiéndose en la primera mexicana en ganar tal distinción.

La película también obtuvo un Globo de Oro, consolidando así la presencia del cine mexicano en el panorama internacional.

Gracias a ese papel fue nominada al Ariel en 1948 y continuó mostrando su versatilidad en producciones como “La Negra Angustias” en 1949, donde dio vida a una mujer revolucionaria con una fuerza interpretativa memorable.

 

Hollywood también volteó a verla.

En 1951 participó en “Across the Wide Missouri”, compartiendo escena con Clark Gable y dando vida a Camia, una mujer nativa americana.

Dos años después filmó su segundo western, “Ambush at Tomahawk Gap”, abriendo un capítulo internacional que pocas actrices mexicanas habían logrado en aquella época.

 

En 1953 su vida personal dio un giro cuando contrajo matrimonio con el actor Miguel Torruco, a quien ella misma había animado a dedicarse al cine después de haber sido piloto aviador.

La pareja tuvo dos hijos, Miguel y Maricela, y en 1955 protagonizaron juntos su única película como matrimonio, “Historia de un abrigo de mink”.

Fueron años de estabilidad emocional, crecimiento profesional y reconocimiento público, aunque el destino tenía preparado un golpe devastador.

Maria Elena Marques - Infobae

Durante los años 50, María Elena expandió su carrera más allá del cine.

Su voz cálida y firme la llevó a la radio, donde participó en más de treinta programas y quince radionovelas, además de grabar canciones rancheras como “Échame a mí la culpa”, “La cigarra” y “Tres consejos”, reforzando su presencia en el imaginario colectivo del público.

 

Pero en 1956 ocurrió una tragedia que marcaría su vida para siempre.

Su esposo, Miguel Torruco, murió a los 38 años luego de caer de un caballo durante una filmación, accidente que derivó en un infarto fatal.

A los 29 años, María Elena quedó viuda con dos hijos pequeños.

Aunque vivió un duelo profundo, no renunció a su carrera.

Continuó trabajando para sostener a su familia y preservar la memoria del hombre que había sido considerado una de las grandes promesas del cine mexicano.

 

Con la llegada de los años 60, la actriz encontró un lugar en la televisión, que empezaba a consolidarse como una nueva plataforma artística.

Participó en telenovelas como “Claudia” (1960), “La Mesera” (1963), “México 1900” (1964) y “Amor y Orgullo” (1966).

También brilló en proyectos históricos como “El Carruaje” (1972) y en la comedia “El honorable señor Valdés” (1973), trabajo por el cual recibió un premio AC.

Paralelamente desarrolló una sólida carrera teatral, participando en montajes de la mano de Manolo Fábregas y realizando giras por todo el país.

Su talento escénico la mantuvo vigente incluso después de tomar distancia del cine.

María Elena Marqués

A finales de los años 70 tomó una decisión firme: retirarse definitivamente de la pantalla grande.

Explicó que no quería involucrarse en la creciente tendencia cinematográfica de erotismo y violencia que dominaba la época, ni interpretar papeles que consideraba poco dignos.

Su última película fue “El testamento” en 1981, cerrando una filmografía de más de cincuenta cintas.

No obstante, permaneció activa en la vida pública a través de la política y la defensa de los derechos de los actores, llegando a presidir la sección de jubilaciones y pensiones de su gremio.

 

Ya en el nuevo milenio comenzaron a llegarle homenajes por su trayectoria.

En 2001 recibió la Medalla Filmoteca de la UNAM y en 2002 la Diosa de Plata especial otorgada por los periodistas cinematográficos.

Su legado estaba intacto, y su nombre seguía siendo sinónimo de calidad interpretativa.

 

Sin embargo, su vida daría un giro inesperado por un motivo tan absurdo como fatal.

En los últimos meses de su vida, acudió a un establecimiento donde los masajes eran realizados por personas sin formación profesional.

Durante una sesión recibió una manipulación excesiva en la espalda.

Ese movimiento brusco pudo alterar su ritmo cardíaco debido a su edad y a posibles antecedentes médicos no detectados.

La intervención desencadenó un deterioro interno que afectó su estabilidad general.

Poco después comenzaron las complicaciones cardiovasculares que terminaron provocando un paro cardíaco.

El 11 de noviembre de 2008 falleció a los 81 años, acompañada por sus hijos y cumpliendo su deseo de descansar junto a su esposo Miguel Torruco.

YouTube Thumbnail Downloader FULL HQ IMAGE

Su muerte dejó un vacío significativo en la cultura mexicana, pero también un legado sólido que su familia preservó.

Parte de su patrimonio, construido con décadas de trabajo, disciplina y dedicación, quedó en manos de sus descendientes.

Entre ellos destacó su nieta, quien heredó bienes, regalías y propiedades que, administradas correctamente, la colocaron en una situación económica privilegiada.

Lo que muchos desconocían era que, detrás de una vida aparentemente sencilla, María Elena Márquez había logrado acumular un patrimonio importante gracias a su constancia y a su presencia continua en cine, teatro, radio y televisión.

 

Así se apagó la vida de una de las actrices más queridas y respetadas del cine mexicano.

Su historia, marcada por la gloria, la tragedia y una sorprendente última escena provocada por un simple masaje, continúa siendo recordada por nuevas generaciones que encuentran en su trabajo un ejemplo de entrega y pasión por el arte.

A través de su familia y de su obra, María Elena Márquez sigue viva en la memoria de México.

 

Related Posts

Our Privacy policy

https://colombia24h.com - © 2025 News