El conflicto entre Gustavo Salcedo y Maju Mantilla, una de las separaciones más mediáticas del año en Perú, sigue generando controversia tras la difusión de un nuevo audio en el programa “Magaly TV, La Firme”.
Este material revela detalles inéditos sobre las tensas negociaciones de conciliación entre la ex Miss Perú y el empresario, exponiendo la presión que Salcedo habría ejercido sobre Mantilla para aceptar sus términos.

En el audio, grabado durante una entrevista exclusiva con Salcedo el 9 de septiembre, se escucha al empresario plantear un ultimátum a su aún esposa.
“Acá o firmas o te agarro de patitas en la calle por adulterio e infidelidad.
Mejor concilia”, afirma Salcedo, sugiriendo que el acuerdo propuesto estaba condicionado a la aceptación de sus términos, bajo amenaza de desalojo.
Según lo expuesto, Salcedo buscaba quedarse con la vivienda familiar y la custodia de los hijos, mientras que Mantilla debía mudarse a otro lugar con un régimen de visitas establecido.
De acuerdo con Salcedo, el acuerdo alcanzado en marzo de este año estipulaba que él permanecería en el domicilio familiar junto a los hijos, mientras que Mantilla debía abandonar la vivienda antes del 10 de julio.
Sin embargo, este plazo no se habría cumplido, ya que recientemente se ha visto a la conductora viviendo en el mismo inmueble.

El conflicto también incluye la división de propiedades compartidas.
Según registros de la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos (SUNARP), tanto Mantilla como Salcedo figuran como propietarios de varios bienes inmuebles, incluyendo un hotel en el norte del país.
Además, los vehículos familiares también están registrados a nombre de ambos, lo que complica aún más la separación.
En el audio, Salcedo afirma que las inversiones realizadas en el norte del país, así como otros activos, deberían quedar bajo su control.
“Todas las inversiones en el norte, etcétera, yo me las quedo”, declaró, dejando entrever su intención de quedarse con una parte significativa del patrimonio compartido.
Por otro lado, Maju Mantilla ha respondido públicamente a las declaraciones de Salcedo, asegurando que no permitirá que se vulneren su imagen y su honor.
A través de un comunicado, la exreina de belleza manifestó su intención de recurrir a todos los mecanismos legales necesarios para defender sus derechos.
“No permitiré que se me siga dañando y apelaré a todos los mecanismos judiciales que la ley me asista para hacer valer mis derechos”, afirmó Mantilla, dejando abierta la posibilidad de iniciar acciones legales contra la difusión de aspectos privados de su vida marital.

El abogado de Salcedo, Jorge Petrozi, también se pronunció al respecto, señalando que hasta el momento su cliente no ha solicitado adoptar medidas legales tras el comunicado de Mantilla.
Sin embargo, advirtió que, de ser necesario, responderán en consecuencia.
“Si la señora decide tomar acciones legales, será nuestro derecho defendernos”, comentó Petrozi en una entrevista televisiva.
La controversia ha reavivado el debate sobre el manejo público de las separaciones mediáticas y el impacto que estas pueden tener en la imagen y la vida privada de las personas involucradas.
En este caso, tanto Salcedo como Mantilla han sido figuras públicas durante años, lo que ha intensificado la atención mediática sobre su disputa.
Uno de los puntos más polémicos del caso es la exposición de los hijos de la pareja, quienes ya no son pequeños y podrían verse afectados por la cobertura mediática del conflicto.
Diversos comentaristas han señalado la importancia de proteger a los menores de edad y resolver las diferencias a través de vías legales y privadas, en lugar de recurrir a los medios de comunicación.
La separación de Maju Mantilla y Gustavo Salcedo ha puesto en el centro del debate temas como los derechos patrimoniales, la privacidad en las relaciones mediáticas y el impacto de los conflictos familiares en la opinión pública.
Mientras tanto, la ex Miss Perú continúa trabajando en la defensa de su imagen y su patrimonio, mientras que Salcedo busca hacer valer sus propios derechos en medio de una disputa que parece estar lejos de llegar a su fin.
La pregunta ahora es: ¿lograrán ambas partes resolver sus diferencias de manera pacífica y justa? ¿O este conflicto seguirá escalando, con implicaciones legales y mediáticas aún mayores? Solo el tiempo lo dirá.