💔 Los Amores Secretos de Rocío Durcal que Nunca Quisieron Contarte
Hola amigos, bienvenidos a Tutoriales Gerberí.
El día de hoy te hablaré de Rocío Durcal y sus grandes amores.
Rocío Durcal fue una figura que traspasó las fronteras de su país, en parte por sus actuaciones en películas españolas de principios de los años 70, pero principalmente por las canciones que cantó y le compuso el divo de Juárez, Juan Gabriel.
“Quien traiciona un gran amor es un infiel”.
Fue una mujer reservada, pero como casi todos los famosos, tuvo ciertos amores que la marcarían de por vida.
Sin más pretexto, acomódate bien en tu asiento y pide que nadie te moleste porque estamos a punto de iniciar.
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La biografía de Rocío Durcal podría contarse con puros datos y mucha de esta información es de sobra conocida, pero para los que no la conocen muy bien, vamos a dar una breve semblanza e información poco difundida.
María de los Ángeles de Las Ceras Ortiz, o Rocío Durcal, nació en Madrid, España, el 4 de octubre de 1944.
Sus padres fueron Tomás de la Ceras y María Ortiz.
Él fue camionero, taxista y tuvo otros oficios, mientras que su madre, ama de casa, provenía de una familia humilde del barrio de Cuatro Caminos.
Rocío era la mayor de seis hijos del matrimonio.
Sus papás decían de Rocío que fue una niña muy tranquila, pero que siempre le gustaba salirse con la suya.
Aunque el primero que se fijó en su prodigiosa voz fue su abuelo paterno, Tomás, quien la llevó a cantar en un bar donde jugaba al dominó.
Desde esa edad, él creía en ella como artista.
A los 10 años, su abuelo la llevó al programa de radio “Conozca a sus vecinos”.
Después, entró en la categoría de aspirantes a artista que buscaban su primera oportunidad en concursos de radio y televisión.
Al principio interpretaba flamenco, imitaba a Marifé de Triana y utilizaba el nombre artístico de Rocío Benamejí, que luego cambiaría por el de Rocío Turcal.

Rocío estaba confundida, ya que si bien amaba mucho a su abuelo por el apoyo que siempre le brindó, también escuchaba a su padre que le reclamaba al abuelo.
La familia de Rocío quería que fuera estilista, ya que había encontrado un pequeño empleo en una peluquería.
Sin embargo, el abuelo insistió, sabiendo que su nieta tenía un don muy especial.
Así fue como surgió su primer amor platónico, su abuelo.
A los 15 años, Rocío comenzó a participar en concursos de radio, y José Luis Uribarri fue uno de sus grandes descubridores.
En su programa “Primer Aplauso”, vio a una inocente Rocío y se enamoró perdidamente de ella.
Sin embargo, la diferencia de edad y lo mal visto que estaba aquella relación en esa época impidieron que ambos comenzaran algo sentimental.
Fue entonces cuando el nombre de Luis Sans apareció en escena.
Luis Sans, conductor y cazatalentos, también se fijó en Rocío cuando entonaba la canción “La sombra”.
Él la bautizó como Rocío Durcal, el seudónimo por el que sería reconocida mundialmente.
A partir de ahí, su carrera despegó, y en 1962 protagonizó su primera película, “Canción de juventud”.

El primer amor de Rocío fue Tomás, su abuelo, quien siempre creyó en su talento.
Luego vendría el amor platónico por José Luis Uribarri.
Sin embargo, Rocío estaba a punto de experimentar un amor carnal, el primero que daría placer pero también dolor.
Rocío era fan de un grupo musical llamado “Los Brincos”, y conoció a Juan Pardo, uno de sus integrantes.
En 1968, Rocío y Juan comenzaron a salir, pero pronto se dio cuenta de que su verdadero amor era Antonio Morales, conocido como “Junior”.
Rocío rompió con Juan y se declaró a Junior, quien correspondió a sus sentimientos.
Rocío y Junior se casaron el 15 de enero de 1969 en una lujosa boda en el monasterio del Escorial.
La luna de miel duró 20 días en Venecia, y decidieron formar un dúo musical.
Tuvieron tres hijos: Carmen, Antonio y Sheila.
Su familia fue considerada moderna, y aunque Rocío se dedicaba a su carrera, siempre intentó mantener un equilibrio familiar.
Sin embargo, hubo momentos de crisis entre Rocío y Junior, especialmente cuando ella protagonizó la película “Me siento extraña”.
Junior se deprimió por el éxito de Rocío, y surgieron rumores de infidelidades.
Rocío, celosa, le dio un ultimátum a Junior: “O vuelves a España o esto se acaba”.
Junior regresó, y Rocío continuó su carrera.
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La vida de Rocío dio un giro importante con la llegada de Juan Gabriel.
Aunque al principio se negó a cantar rancheras, finalmente accedió y cada canción se convertía en un éxito.
Juntos grabaron varios álbumes, y Rocío se ganó el apodo de “la reina de las rancheras”.
Su relación con Juan Gabriel fue intensa, pero también problemática.
A finales de los años 80, Rocío y Juan Gabriel terminaron su relación comercial y afectiva, pero ella siguió grabando canciones.
Se rumoreaba que había tensiones entre ellos, y aunque ambos evitaban hablar del tema, el distanciamiento fue evidente.
Rocío Durcal falleció el 25 de marzo de 2006, pero su legado perdura.
A lo largo de su vida, sus amores fueron pocos en comparación con otras divas, pero fueron profundos y significativos.
Su éxito en México superó su carrera actoral en España, y dejó una huella imborrable en la música ranchera.