Jorge Enrique Abello Moreno es uno de los actores más queridos y reconocidos de la televisión colombiana.
Nació el 28 de febrero de 1968 en Santa Fe de Bogotá, en la Clínica del Cáncer.
Sus padres fueron Alberto Abello, oriundo de Sucre, y Heidi Moreno.
Desde pequeño mostró interés por el arte, y su primer papel fue en una obra infantil llamada Mi Linca Moronga: La Gata Candonga, basada en un cuento de Rafael Pombo.
Estudió Comunicación Social, carrera de la cual se graduó, aunque lo que más le llamaba la atención era la producción de televisión educativa.
Antes de convertirse en actor, trabajó detrás de cámaras en varios roles: fue director de videos institucionales y musicales, jefe de publicidad, asistente de producción y también director de cámaras.
Él mismo ha dicho que, si no se hubiera dedicado a la actuación, le habría gustado ser corresponsal de guerra o marino, porque le encanta descubrir el mundo y viajar.
Realizó talleres de teatro con grandes como Adelaida Nieto, Beijing Marchar, Patricia Maldonado, Jorge Emilio Salazar y Ernesto Galindo.
Después de más de 10 años de formación, arrancó su carrera como actor sin dejar de lado su amor por la producción.
Participó en la elaboración de programas como Amores Como el Nuestro, la nueva versión de De Pies a Cabeza, y dirigió el video Una en un Millón del cantante Marcelo Cezán.
También fue director del musical Persiana Americana y dirigió las cámaras submarinas en el video Mi Única Verdad con el director Pepe Sánchez.
En cuanto a su vida personal, se casó el 7 de diciembre de 1998 con Marcela Salazar Jaramillo, comunicadora social.
De esa relación nació su hija Candelaria Abello Salazar el 12 de febrero de 2002.
Sin embargo, la pareja se separó en 2006.
Jorge Enrique alcanzó la fama internacional interpretando al inolvidable Don Armando Mendoza en la telenovela Yo Soy Betty, la Fea.
Este personaje lo llevó a la cima, pero también le dejó consecuencias que muchos desconocen.
Durante una entrevista reciente, el actor reveló que sufrió un problema de salud a raíz del estrés que vivió mientras grababa la novela.
Contó que cuando estaba en el proceso de comprar una casa, le pidieron exámenes médicos para un seguro.
Al hacerle un electrocardiograma, los médicos descubrieron que tenía una afección cardíaca.
El jefe de cardiología le dijo que o estaba teniendo un infarto en ese momento, o ya lo había tenido.
Fue internado en cuidados intensivos de inmediato.
Descubrieron que su ventrículo izquierdo estaba más grande de lo normal, lo cual podía indicar un infarto silencioso.
Jorge Enrique explicó que eso fue producto de los niveles altos de estrés, especialmente por interpretar a Don Armando, un personaje que gritaba, se enojaba y vivía tenso todo el tiempo.
Dijo que ese esfuerzo emocional le causó una hipertrofia cardíaca.
A pesar de todo, recuerda ese papel con mucho cariño y afirma que disfrutó al máximo darle vida a ese personaje.
“La herida que me dejó Don Armando fue esa enfermedad, pero también fue una gran experiencia”, comentó.
Hoy en día, cuida mucho más su salud, especialmente su corazón, y sigue siendo un referente del talento colombiano.
Su historia es un ejemplo de dedicación, pasión por el arte y entrega total a su profesión.