En el capítulo 5 de la décima temporada de Yo Me Llamo, un concursante se destacó de una manera impresionante al interpretar a Luis Alfonso, uno de los cantantes más renombrados del género popular colombiano, también conocido como “el montañero de montañeros”.

Desde que hizo su entrada al escenario, la audiencia y los jurados no tardaron en notar la gran similitud entre él y el famoso cantante de Popayán, tanto en su voz como en su estilo y presencia.

Esta semejanza fue tan sorprendente que incluso la reconocida jurado Amparo Grisales, quien es conocida por su crítica rigurosa, no pudo evitar emocionarse al escuchar las primeras notas de su interpretación.

Fue evidente que este concursante no solo había hecho su tarea en cuanto a la voz, sino que también había trabajado meticulosamente en su actitud y forma de moverse sobre el escenario, buscando emular cada aspecto de Luis Alfonso.

El concursante, con una actitud y vestimenta de blanco, además de imitar el característico acento de Popayán, decidió interpretar la canción “Contentoso”, uno de los éxitos más populares de Luis Alfonso.

La elección de este tema no solo mostró su habilidad para interpretar el estilo del cantante, sino también su compromiso de capturar la esencia del ídolo en cada nota y movimiento.

Sin embargo, hubo un detalle que sorprendió aún más a los jurados: el concursante reveló que se había tatuado una cruz en su cuello, la misma que tiene Luis Alfonso, lo que demostró un nivel de dedicación y respeto profundo hacia el personaje que estaba imitando.

Este gesto de “adopción” del ídolo fue un toque personal que, sin duda, agregó una capa adicional de autenticidad a su actuación.

Aunque la interpretación fue muy bien recibida, Amparo Grisales, quien no suele ser fácil de impresionar, hizo un pequeño pero importante comentario sobre la actuación.

A pesar de que la jurado elogió la capacidad del concursante para transmitir emoción y se mostró visiblemente cautivada por su talento, le indicó que había un pequeño gesto que debía evitar: en varias ocasiones durante la actuación, el concursante se agarraba la zona genital, lo que podría restar seriedad a su interpretación.

“Todos afinan poniéndose la mano allá, pero hay que pulir algunos detalles para que no se vea sonsonete”, dijo Amparo, mostrando que, aunque la actuación fue cercana a la perfección, todavía había aspectos que podían mejorar.

Por otro lado, los otros dos jurados, Escola y Rey Ruiz, no dudaron en unirse al entusiasmo de Amparo y, sin dudarlo, presionaron el botón verde, otorgándole al concursante las tres estrellas, un logro que no es nada fácil de conseguir y que pocos participantes alcanzan.

Este reconocimiento no solo fue un triunfo para el concursante, sino que también confirmó la impresión de que este era uno de los momentos más destacados de la temporada.

La calidad de su imitación y la manera en que logró hacer suyo el personaje de Luis Alfonso fue tan impresionante que rápidamente se volvió viral en la red social X, donde los usuarios comenzaron a compartir sus reacciones con entusiasmo.

Las redes sociales se inundaron de comentarios de asombro y admiración, muchos de los cuales destacaban lo increíblemente parecido que era este participante con el verdadero Luis Alfonso.

Algunos comentarios que circulaban decían cosas como: “Parece hermano de Luis Alfonso, si se llama”, “Este sí se parece, no como los otros que han pasado”, “Creo que a Luis Alfonso le salió un hermano perdido en Yo Me Llamo” y “Ya denle el premio”, lo que reflejaba la incredulidad de los seguidores del programa ante la impresionante imitación.

Este tipo de momentos no solo demuestran la capacidad de los concursantes para interpretar a sus ídolos, sino también el esfuerzo, la preparación y la pasión que ponen en cada presentación.

La dedicación de este concursante, desde el tatuaje que hizo para representar aún más a Luis Alfonso hasta el trabajo vocal y escénico, fue un ejemplo claro de lo que significa entregarse completamente al personaje que se interpreta.

Sin duda, su actuación dejó una huella en la audiencia y los jurados, demostrando que la autenticidad y el talento pueden hacer que cualquier imitador se convierta en el reflejo de su ídolo, incluso en un programa tan competitivo como Yo Me Llamo.

A medida que avanzaba el programa, muchos seguidores no podían dejar de hablar sobre este concursante y cómo había logrado capturar la esencia de Luis Alfonso, no solo con su voz, sino con su carisma y entrega.

Este tipo de actuaciones ayudan a consolidar la idea de que Yo Me Llamo no solo es un espacio para ver imitaciones, sino también una plataforma donde los participantes pueden demostrar su habilidad para conectar con el público y los jurados, llevando su pasión y talento al siguiente nivel.