La Cumbia Sonidera Llora: El Adiós de Alex Olivares, Ícono de Neza para el Mundo
La tarde del 23 de mayo marcó un día triste para la música mexicana y, en especial, para la cumbia sonidera.
Alex Olivares, vocalista y alma del grupo La Chomba, falleció dejando un legado imborrable.
Su voz y energía habían llevado la cumbia desde las calles del barrio de Nezahualcóyotl hasta escenarios internacionales, conquistando a miles con su ritmo contagioso y su estilo único.
Pero, ¿quién fue realmente Alex Olivares y cómo logró convertirse en un referente del género?
Originario de Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México, Alejandro Olivares Galván, conocido cariñosamente como Alex Olivares, comenzó su carrera musical en el grupo Zarros.
Fue en 2010 cuando decidió dar un paso valiente: formar su propia agrupación junto a su hermano Juan Carlos y un colega cercano.
Así nació La Chomba, nombre inspirado en una canción de la legendaria Sonora Matancera, que reflejaba el espíritu auténtico y de barrio que quería transmitir.
Bajo el liderazgo de Alex, La Chomba se consolidó como una de las agrupaciones más representativas de la cumbia sonidera en México.
Su estilo era una fusión vibrante de cumbia, salsa, guaracha y chachachá, que lograba encender cualquier pista de baile.
No solo se quedaron en las calles de Neza; su música traspasó fronteras y llegó a escenarios internacionales, conquistando a públicos diversos y ganándose un lugar destacado en la escena musical.
Uno de sus mayores éxitos, “El Baile de San Juan”, no solo se convirtió en un himno para sus seguidores, sino que también alcanzó el top 40 en la cartelera Billboard dentro de la categoría regional mexicana.
Además, acumuló más de 12 millones de reproducciones en Spotify, un testimonio claro de su impacto y vigencia en la era digital.
Este tema encapsulaba la esencia festiva y popular que Alex siempre quiso compartir con el mundo.
La noticia de su fallecimiento fue recibida con profunda tristeza por sus compañeros de grupo y seguidores.
En las redes sociales oficiales de La Chomba, se despidieron con emotivos mensajes que resaltaban su papel crucial en el crecimiento de la música sonidera.
“Hoy el hombre orquesta apagó el micrófono, pero los presagios de Dios son primero”, expresaron, recordando a Alex como un creador incansable y un alma generosa.
Aunque aún se desconocen las causas exactas de su muerte, la comunidad musical y sus fans han mostrado una gran solidaridad y respeto.
Mensajes de condolencia y recuerdos llenos de cariño han inundado las plataformas digitales, reflejando el impacto que tuvo no solo como artista, sino como persona.
Muchos destacaron su humildad, su pasión por la música y su compromiso con representar a su barrio y su gente.
Alex Olivares no solo fue un cantante; fue un símbolo de la cultura popular que emergió de Neza, un barrio con historia y voz propia.
Su música fue un puente que unió generaciones, que llevó alegría en momentos difíciles y que celebró la identidad mexicana con orgullo y autenticidad.
La Chomba, bajo su guía, se convirtió en un referente que inspiró a muchos jóvenes a seguir sus pasos.
Su legado perdurará en cada acorde, en cada baile y en cada corazón que vibró con sus canciones.
La cumbia sonidera pierde a uno de sus grandes pilares, pero gana una leyenda que seguirá sonando en las calles y en los escenarios por siempre.
Desde Neza para el mundo, Alex Olivares dejó una huella imborrable que ningún adiós podrá borrar.
Este adiós nos recuerda la importancia de valorar y reconocer a quienes, con su talento y esfuerzo, elevan la cultura popular y nos regalan momentos de felicidad a través de la música.
La historia de Alex Olivares es la historia de un barrio, de una pasión y de un hombre que, con su voz, hizo bailar a todo un país.
Su memoria seguirá viva, resonando en cada nota de cumbia que se escuche en el futuro.
