A los 74 años, La India María rompe el silencio sobre el motivo de regalar a sus hijos

María Elena Velasco, mejor conocida como La India María, es uno de los íconos más representativos del cine mexicano. Su personaje, una indígena de noble corazón y humor inigualable, marcó generaciones con su legado en la pantalla grande. Sin embargo, detrás de su éxito, su vida personal estuvo rodeada de rumores y controversias, especialmente en lo relacionado con su familia.

Ahora, a los 74 años, la actriz y comediante rompió el silencio sobre uno de los episodios más dolorosos y desconocidos de su vida: la decisión de entregar a sus hijos en adopción.

En una entrevista exclusiva con un medio de comunicación, Velasco explicó que su decisión no fue tomada a la ligera, sino que estuvo motivada por circunstancias extremas. “En ese momento, no tenía cómo sostenerlos. Mis prioridades eran darles un mejor futuro, aunque eso significara que no estuvieran conmigo”, confesó con la voz entrecortada.

La actriz relató que durante los años 70, cuando su carrera estaba en pleno auge, enfrentaba una situación económica complicada a pesar de su popularidad. “La gente piensa que ser famoso significa ser rico, pero no siempre es así. Muchas veces trabajé casi gratis porque quería mantener viva mi carrera, pero eso tenía un costo en mi vida personal”, añadió.

La India María explicó que la decisión de regalar a sus hijos no fue una muestra de abandono, sino un acto de amor. “Los entregué a familias que sabía que podrían darles lo que yo no podía en ese momento: estabilidad, educación y un hogar lleno de amor. Fue lo más difícil que he hecho en mi vida, pero lo hice pensando en su bienestar”, aseguró.

Velasco también mencionó que esta experiencia le dejó una profunda cicatriz emocional que cargó durante décadas. “Cada día pensaba en ellos. Me preguntaba si estaban bien, si me recordaban o si me odiaban por la decisión que tomé. No hay un solo día en que no haya sentido su ausencia”, dijo con lágrimas en los ojos.

Con el paso de los años, la actriz logró reencontrarse con algunos de sus hijos. Este momento marcó un antes y un después en su vida. “Ellos me buscaron cuando eran adultos, y fue un milagro para mí. No puedo describir la emoción de volver a abrazarlos después de tanto tiempo”, compartió.

Aunque hubo resentimientos y dudas iniciales, Velasco trabajó arduamente para reconstruir su relación con ellos. “No fue fácil. Tuve que explicarles mis razones y aceptar su enojo, pero poco a poco logramos sanar esas heridas. Ahora somos una familia unida, aunque el tiempo perdido nunca se podrá recuperar”, dijo con una mezcla de tristeza y gratitud.

La India María también habló sobre el estigma que enfrentó como mujer indígena en la industria del entretenimiento y cómo esto afectó su vida personal. “Ser una mujer indígena en un medio dominado por estereotipos y prejuicios no era fácil. Me veían como una caricatura y no como una persona con problemas reales. Eso me aisló en muchos aspectos”, explicó.

Velasco aprovechó la oportunidad para enviar un mensaje a otras mujeres que enfrentan decisiones difíciles. “No hay una fórmula perfecta para ser madre. Cada situación es única, y nadie debería juzgar sin conocer toda la historia. Hice lo mejor que pude con lo que tenía, y aunque me equivoqué en algunas cosas, mi amor por mis hijos nunca cambió”, afirmó.

A pesar de los retos personales, el legado de La India María sigue vivo. Sus películas, llenas de humor y mensajes sociales, son recordadas con cariño por millones de personas en México y más allá. “Siempre quise usar mi arte para dignificar a mi gente y mostrar nuestras luchas y virtudes. Creo que, en ese sentido, cumplí mi misión”, dijo orgullosa.

En sus últimos años, Velasco ha optado por llevar una vida más tranquila y alejada de los reflectores. “Ahora valoro cada momento con mi familia y agradezco las segundas oportunidades que la vida me ha dado. Estoy en paz conmigo misma y con las decisiones que tomé”, concluyó.

La confesión de María Elena Velasco no solo humaniza a una figura icónica del cine mexicano, sino que también abre un espacio para reflexionar sobre los sacrificios y luchas que muchas mujeres enfrentan en su camino. Su historia es un recordatorio de que, detrás del brillo de la fama, existen realidades complejas que merecen ser escuchadas y comprendidas.