🔥EXCLUSIVA: Maribel Guardia revela detalles ESCALOFRIANTES y apunta a Imelda tras el adiós de Julián Figueroa
La muerte de Julián Figueroa fue un golpe devastador que sacudió no solo al mundo del espectáculo, sino a todo un país que lo vio crecer bajo los reflectores.
En medio del duelo, Maribel Guardia, su madre, guardó silencio.
Pero como suele suceder con los grandes secretos, tarde o temprano la verdad busca salir a la luz.
Y ahora, con voz quebrada y mirada perdida, Maribel ha pronunciado palabras que podrían cambiarlo todo: culpa a Imelda, su nuera, de ser una pieza clave en el deterioro emocional que llevó a su hijo a su fin.
La relación entre Julián e Imelda había sido siempre objeto de rumores.
Peleas, reconciliaciones, celos, tensiones familiares que parecían parte de una telenovela, pero que escondían algo más profundo y oscuro.
Según personas cercanas a la familia, el ambiente dentro del hogar era cada vez más tenso.
Julián, que ya lidiaba con sus propios demonios, se encontraba atrapado entre la presión del legado de su padre, Joan Sebastian, y una vida sentimental que, lejos de brindarle paz, se había convertido en un campo de batalla constante.
Maribel, siempre protectora, había intentado intervenir en varias ocasiones, pero respetaba la autonomía de su hijo.
Sin embargo, los últimos meses fueron distintos.
Julián se mostraba cada vez más aislado, más sombrío, y los mensajes que compartía en redes sociales dejaban entrever un sufrimiento que muchos decidieron ignorar.
Hasta que fue demasiado tarde.
En su reciente y explosiva declaración, Maribel dejó entrever que su hijo no encontró el apoyo que necesitaba en su propio hogar.
“Cuando uno ama, también cuida.
Y cuando no se cuida… pasan cosas irreparables”, dijo con lágrimas en los ojos, sin mencionar directamente a Imelda, pero sin necesidad de hacerlo.
El tono, la pausa, el dolor en su rostro hablaban más que mil palabras.
Quienes han estado cerca del círculo íntimo de la familia aseguran que los desencuentros entre Maribel e Imelda no son nuevos.
Desde hace tiempo, los desacuerdos eran evidentes.
Pero esta vez, el dolor ha roto todas las barreras.
“Mi hijo no murió de la nada.
Él se fue porque ya no podía más”, agregó Maribel.
Frases duras, directas, que dejaron helados a periodistas y fanáticos por igual.
Las redes sociales han explotado tras la entrevista.
Algunos defienden a Imelda, recordando que ella también ha perdido al padre de su hijo.
Pero otros se suman a la indignación de Maribel, exigiendo que se investigue a fondo lo que ocurrió realmente en los últimos días de Julián.
Porque la versión oficial, esa que hablaba de causas naturales y problemas de salud, ahora parece una cortina de humo frente a lo que podría ser una verdad más dolorosa y compleja.
Maribel no ha presentado pruebas concretas, pero en este tipo de tragedias, las emociones y las vivencias personales pesan más que los expedientes.
Y para ella, el duelo se ha transformado en una cruzada por entender y señalar lo que, a su juicio, fue una cadena de errores, desamores y abandono emocional.
Lo que queda claro es que esta historia está lejos de terminar.
La figura de Imelda ahora carga con una sombra gigantesca, y el recuerdo de Julián Figueroa se convierte en un símbolo de lo que puede pasar cuando el dolor se esconde, cuando la familia se fragmenta y cuando el silencio mata más que cualquier enfermedad.
Maribel Guardia ha hablado, y sus palabras han abierto una herida que no sanará fácilmente.
