Los Reyes de España emprenden su último viaje de Estado de 2024 a Italia, con una agenda repleta de actos oficiales y reconocimientos
Los Reyes de España, Felipe VI y Letizia, finalizarán el año con un destacado viaje de Estado a Italia, del 10 al 12 de diciembre, que les llevará a las ciudades de Roma y Nápoles.
Esta visita tiene un fuerte componente político, cultural y económico, y se basa en la relación histórica y los vínculos entre ambos países.
Acompañados por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, los monarcas realizarán una serie de actividades que incluyen encuentros con autoridades italianas, discursos oficiales y reconocimientos en diferentes ámbitos.
El viaje de los Reyes a Italia tiene como objetivo reforzar las relaciones bilaterales y celebrar la cooperación continua entre España e Italia.
Según fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores, este viaje se enmarca en la reciprocidad de las buenas relaciones que ambos países han mantenido a lo largo de los años.
El viaje también se considera una oportunidad para estrechar los lazos entre las sociedades de ambos países, especialmente en áreas como la cultura, la economía y la defensa.
El primero de los actos oficiales será la llegada de los Reyes al aeropuerto de Roma-Fiumicino, alrededor de las 17:00 horas del 10 de diciembre.
Desde allí, se dirigirán directamente a la Real Academia de España en Roma, donde se reunirán con la Asociación de Hispanistas italianos, que celebra su 50 aniversario.
Este será un acto de gran relevancia cultural, donde se discutirá el impacto de la lengua y cultura española en Italia.
La jornada continuará con un encuentro con la comunidad española residente en Roma.
Los Reyes acudirán a la residencia del embajador de España en Italia, Alfonso Dastis, para dirigirse a los miembros de esta comunidad, formada por deportistas, científicos, y estudiantes.
Felipe VI aprovechará esta ocasión para destacar los vínculos estrechos entre los dos países y la importancia de la contribución española a la sociedad italiana.
El 11 de diciembre será un día de gran intensidad política. La mañana comenzará con la recepción de los Reyes por parte del presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, y su hija Laura, en el Palacio del Quirinal.
Este será un encuentro institucional de alto nivel, con declaraciones conjuntas a los medios de comunicación, un formato muy común en Italia, pero menos frecuente en España.
Este acto pondrá de manifiesto la solidez de la relación diplomática entre ambos países.
A continuación, la presidenta del Consejo de Ministros, Giorgia Meloni, recibirá a los Reyes en el Casino del Bel Respiro (Villa Doria Pamphilli), donde se celebrará un almuerzo privado.
Fuentes de la Casa Real han confirmado que las conversaciones girarán en torno a cuestiones políticas y económicas que afectan tanto a España como a Italia.
Entre los temas que se abordarán se incluyen la cooperación económica, las relaciones en el marco de la Unión Europea, y la colaboración en política exterior.
El mismo día, Felipe VI tendrá un momento destacado en la historia diplomática del viaje, al pronunciar un discurso en el Senado de la República italiana.
Este acto se celebrará durante una sesión conjunta de ambas cámaras, lo que será un hito en las relaciones entre España e Italia, ya que pocos monarcas han tenido el privilegio de dirigirse a las dos cámaras del Parlamento italiano.
En este sentido, el Papa Juan Pablo II y el Rey Emérito Juan Carlos I son los únicos antecedentes en la historia reciente.
La jornada culminará con una cena de gala organizada por el presidente Mattarella en el Palacio del Quirinal, una tradición que se celebra durante los viajes de Estado.
En este evento, los Reyes estarán acompañados por una amplia representación de la sociedad italiana, y la etiqueta será de gala, con smoking para los caballeros y traje largo para las damas.
Esta cena será una muestra de la hospitalidad italiana y un gesto de reconocimiento a la relación histórica entre ambos países.
El último día de la visita será especialmente significativo para Felipe VI, ya que será investido “doctor honoris causa” por la Universidad de Federico II de Nápoles.
Este reconocimiento se enmarca en las celebraciones del VIII centenario de la fundación de la universidad, una de las más prestigiosas de Italia.
La ceremonia se llevará a cabo en el Teatro San Carlos, un lugar emblemático de la ciudad, y será un homenaje a las contribuciones del monarca a la cultura y las relaciones internacionales.
El Rey será recibido en Nápoles por Mattarella para un almuerzo privado antes de la ceremonia de investidura.
Además, el día tendrá un marcado carácter económico, con Felipe VI participando en un foro empresarial donde se reunirán empresarios españoles e italianos.
Este foro tiene como objetivo promover las relaciones comerciales entre ambos países.
En este contexto, España es uno de los principales socios comerciales de Italia, siendo el tercer cliente de este país, con exportaciones que alcanzan los 33.000 millones de euros. Además, las empresas españolas generan más de 70.000 puestos de trabajo en Italia.
Mientras Felipe VI se ocupa de los actos oficiales, la Reina Letizia tendrá su propia agenda paralela.
El 12 de diciembre, la Reina mantendrá un encuentro con el personal español en la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) en Roma.
Este encuentro subraya el interés de Letizia por apoyar las relaciones diplomáticas y el trabajo de los españoles en el ámbito internacional.
El viaje de los Reyes a Italia no solo se limita a cuestiones políticas y diplomáticas.
Ambos países comparten una rica tradición cultural y lingüística, con la lengua española siendo la tercera más estudiada en Italia.
Además, la relación entre España e Italia se ve reforzada por los más de 33.000 españoles que residen en Italia, así como los cerca de 275.000 italianos que viven en España, lo que convierte a Italia en la cuarta comunidad extranjera más numerosa en nuestro país.
A nivel de defensa, España e Italia mantienen una estrecha cooperación dentro de la Unión Europea y la OTAN. Ambos países colaboran en materias de seguridad y defensa, particularmente en el Sahel, una región prioritaria para ambos.