El Manager de Ruby Pérez Rompe el Silencio: ¿Qué Hubiera Querido Decir Sobre el Conflicto Familiar?
Fernando Soto, manager de Ruby Pérez, accedió a hablar en exclusiva para el programa El Poder de la Tarde, transmitido por Jumbo 91.7.
Con una voz serena pero firme, Soto explicó que tras la muerte del cantante, su prioridad fue atender los asuntos pendientes de la empresa, incluyendo temas administrativos y legales que quedaron inconclusos.
Aunque inicialmente estuvo involucrado en los proyectos de los hijos de Ruby, Zulinka y Miguel, tuvo que alejarse por falta de tiempo, ya que mantiene otros negocios.
Soto aclaró que no forma parte del equipo que maneja la carrera artística de los descendientes y que se ha mantenido al margen de la polémica mediática que ha surgido en torno a la familia.
Sobre la controversia en la que Zulinka se ha convertido en el centro de atención, Soto explicó que ella y su esposo Miguel Váez son la parte mediática del asunto, pues “son los que venden la noticia”.
Sin embargo, enfatizó que detrás de este caso hay más personas involucradas, más de cuarenta, quienes también recibieron indemnizaciones por daños sufridos, incluyendo músicos que perdieron instrumentos y miembros de la orquesta que enfrentaron gastos médicos y psicológicos.
El manager detalló que estas compensaciones fueron cubiertas por el seguro y no implican necesariamente indemnizaciones por daños morales o perjuicios.
Soto reconoció que cada persona tuvo acuerdos diferentes, manejados por abogados, y que la atención se ha centrado en Zulinka por ser la figura pública y la hija del artista.
Cuando se le preguntó por qué una de las hijas de Ruby, Sulinca, no apareció en la demanda ni participó en el espectáculo homenaje en Venezuela, Soto admitió desconocer los motivos exactos.
Comentó que el espectáculo está siendo gestionado por Eliel Pérez, hermano de Ruby, y que la familia mantiene una postura hermética y discreta sobre estos asuntos.
En cuanto a la estructura familiar, Soto explicó que Ruby tuvo un matrimonio con Doña Inés Lizardo, con quien tuvo cuatro hijos que desde el principio decidieron no demandar.
Además, tuvo tres hijos fuera del matrimonio, algunos de los cuales sí están involucrados en demandas legales.
La complejidad familiar añade capas a la disputa que se ha hecho pública.
Más allá de las controversias, Fernando Soto quiso destacar el lado humano de Ruby Pérez.
Recordó con admiración su generosidad y bondad, mencionando ejemplos conmovedores como el apoyo económico que Ruby brindó a la familia de un empleado fallecido, pagándoles durante años como si él siguiera vivo.
También contó cómo Ruby ayudaba a personas con tratamientos de cáncer y cómo, a pesar de sus propios problemas económicos, repartía dinero a quienes lo necesitaban.
Soto desmintió rumores falsos, como la supuesta muerte del burro de Ruby, utilizando su experiencia en redes sociales para ilustrar cómo la información puede ser manipulada.
Finalmente, ante la pregunta más difícil, sobre qué habría querido Ruby cambiar respecto al conflicto familiar y la cobertura mediática tras su muerte, Soto respondió con sinceridad: “Creo que lo que él hubiese querido es que nada de esto saliera a la luz pública, que los temas familiares se trataran en familia, que no fuera mediático. Eso sí, él lo hubiese querido así.”
Esta reflexión pone en perspectiva el dolor y la complejidad de las disputas familiares que a menudo quedan ocultas tras el brillo de la fama.
Ruby Pérez, más allá del ícono musical, fue un hombre con valores y humanidad, cuyo deseo habría sido preservar la privacidad y la unidad familiar.
En medio de la tormenta mediática, las palabras de Fernando Soto invitan a la reflexión sobre el respeto a la memoria de quienes parten y la importancia de manejar los conflictos con discreción y empatía.
La historia de Ruby Pérez y su familia continúa escribiéndose, pero este testimonio nos acerca a entender mejor el hombre detrás del mito y las heridas que aún perduran.
