¡Escándalo en la investigación! El celular de alias Harold destapa la red oculta tras el magnicidio de Miguel Uribe Turbay: ¿Quiénes son los verdaderos cerebros?
La captura de alias Harold Barrangá, uno de los presuntos responsables del asesinato de Miguel Uribe Turbay, ha marcado un antes y un después en la investigación del magnicidio que conmocionó a Colombia.
Lo que parecía una operación criminal aislada, ahora se revela como un entramado meticulosamente planeado, gracias al exhaustivo análisis de su celular, que contiene miles de audios y chats que desnudan la verdad oculta tras el crimen.
Las autoridades han trabajado sin descanso para recuperar y analizar más de 17,000 audios y 3,200 chats que estaban almacenados en el dispositivo.
Entre ellos, un audio clave, inicialmente eliminado por alias Harold pero recuperado por los investigadores, demuestra su implicación directa en la coordinación del ataque.

En este mensaje, enviado a un grupo conocido como Plata o Plomo, se pacta la hora exacta del atentado: “El trabajo es de 4:30. Llega el paciente.”
Este audio es solo la punta del iceberg.
La Fiscalía ha confirmado que alias Harold mantenía contacto directo con Elder José Arteaga, alias el Costeño, con quien sostuvo varias videollamadas.
En estas conversaciones se definieron detalles cruciales sobre la contratación del sicario encargado de ejecutar el ataque, incluyendo pagos y logística.
En un audio enviado a su pareja sentimental, alias Harold expresa la tensión del momento: “Y ese hijo de perra de Chipi ya no responde… Entonces, pues lo voy a hacer yo por mi lado y ahorita pues si algo le cobro la plata, amor, o no sé qué hacer.”

Esta frase refleja la incertidumbre y presión que vivían los implicados mientras se desarrollaba el atentado.
Tres días después, la preocupación por las investigaciones del CTI se hace evidente en sus mensajes.
Alias Harold advierte que la policía está soltando nombres y audios que podrían comprometerlos, especialmente de un sujeto apodado Chipi.
En otra conversación, alias Gabriela, también implicada, manifiesta su temor por ser descubierta, asegurando que no sabía para quién era la moto utilizada en el crimen y que se siente injustamente involucrada.
Pero no solo los audios y chats han sido reveladores.
En el celular se encontraron fotografías de armas, incluyendo fusiles, y de drogas que alias Harold aparentemente distribuía en el occidente de Bogotá.
Estas imágenes apuntan a una red criminal mucho más amplia, que podría estar relacionada con el asesinato.
Además, en varios chats se mencionan otros nombres que las autoridades están investigando como posibles cerebros del plan criminal, lo que sugiere que el magnicidio no fue un acto aislado, sino parte de una conspiración mayor con implicaciones profundas.
Este descubrimiento pone en jaque a las investigaciones y abre nuevas líneas de acción para desmantelar la red criminal detrás del asesinato de Miguel Uribe Turbay.
La información extraída del celular de alias Harold no solo confirma su participación, sino que también señala a otros actores que podrían ser responsables de orquestar el magnicidio.

La sociedad colombiana sigue expectante ante cada avance, mientras los investigadores trabajan para esclarecer todos los detalles y llevar a los culpables ante la justicia.
Este caso ha evidenciado cómo el crimen organizado puede infiltrar incluso los niveles más altos de la política y la seguridad nacional.
¿Será este el principio del fin para la red criminal que planeó el asesinato de un precandidato presidencial?
¿Qué otros secretos saldrán a la luz a medida que se profundice en las comunicaciones de alias Harold y sus contactos?
Lo cierto es que el celular de alias Harold ha abierto una ventana a la verdad, y nadie podrá cerrar esa puerta hasta que se haga justicia.

Mantente atento a las novedades y comparte esta información para que más personas conozcan la magnitud de esta revelación.
Porque en la lucha contra el crimen, cada dato cuenta y cada voz puede ser la clave para desarticular la impunidad.
¿Qué opinas tú sobre estas nuevas evidencias?
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