Rubby Pérez murió hace 7 días, ahora su Manager Rompió su silencio

La tragedia de la muerte de Rubby Pérez ha dejado una huella profunda en el mundo de la música y en los corazones de sus fanáticos.

Hoy, por primera vez desde su fallecimiento, su representante ha decidido romper el silencio y compartir lo que vivió en esos momentos tan devastadores.

Lo que ha revelado es estremecedor y pone en perspectiva lo que realmente ocurrió la noche del colapso en la discoteca Jetset.

El 8 de abril de 2025, Rubby Pérez se encontraba en su última presentación en la discoteca Jetset de Santo Domingo, un evento que, hasta ese momento, prometía ser una fiesta inolvidable.

Más de 1000 personas esperaban ansiosas para disfrutar de la música del reconocido merenguero.
Pero esa noche terminó en tragedia.

El colapso estructural del techo de la discoteca dejó decenas de muertos y heridos, y Rubby Pérez, el alma de la fiesta, fue una de las víctimas.

Con voz quebrada y visiblemente afectado, su representante, Fernando Soto, relató los momentos previos al desastre.

Según contó, Rubby no quería cancelar la presentación, a pesar de sentirse agotado.

“Decía que el público lo merecía”, recordó Fernando, quien reveló que Rubby nunca contempló la opción de no salir al escenario, a pesar de que su cuerpo le pedía descanso.

El testimonio de Fernando es desgarrador.

El concierto comenzó con una atmósfera de alegría y emoción, pero a las 3:30 a.m., cuando Rubby estaba cantando su icónica canción “Volveré”, el destino cambió por completo.

Un estruendo seco, como un trueno, precedió el colapso del techo.

“Todo se volvió caos”, relató María Fernández, una de las sobrevivientes, quien recordó los gritos de pánico, el polvo y el silencio posterior al desastre.

El colapso dejó atrapados a cientos de personas bajo los escombros.

Mientras la gente corría en busca de una salida, la incertidumbre sobre el paradero de Rubby Pérez crecía.

La ciudad se paralizó.

Se reportaron teorías, rumores y, entre el caos, la noticia de que Rubby estaba atrapado en los escombros, mientras que otros aseguraban haberlo visto en una ambulancia.

Fernando Soto fue uno de los primeros en recibir noticias.

A través de un testimonio desgarrador, contó cómo, después de varias horas sin información, fue llamado por las autoridades para identificar el cuerpo de Rubby.

El dolor en su voz era palpable.

“Cuando llegué al Instituto Nacional de Patología Forense, lo vi… era Ruby, mi amigo, mi hermano”, dijo entre lágrimas.

Lo más impactante de todo fue la revelación de que Rubby había presenciado un evento que sentía que iba a ocurrir.

Fernando confesó que, tres días antes del concierto, Rubby había sufrido una caída fuerte en el baño, lo que le causó un dolor intenso.

Los médicos le recomendaron reposo absoluto, pero Rubby, con su espíritu indomable, decidió continuar con el show.

“Me miró serio y me dijo: ‘Fernando, la gente ya compró su entrada. La banda necesita comer. No voy a quedarme acostado por un dolorcito de nada’”, relató su representante.

En el doloroso relato de Fernando Soto, también se reveló que, minutos antes de subir al escenario, Rubby le dio a su hija Sulinka un abrazo especial.

“Me dijo: ‘Vamos a cantar suave, como en casa’, y luego me abrazó”, recordó Sulinka entre lágrimas.

Este gesto se convirtió en una despedida inesperada, ya que, minutos después, el techo de la discoteca colapsó.

Sulinka, atrapada entre escombros, pensó que no sobreviviría.

Sin embargo, su esposo, Rafael Mendoza, el guitarrista de la banda, la cubrió con su cuerpo, salvándola de un destino fatal.

“Rafael absorbió el golpe para que ella pudiera vivir”, contó Fernando con voz quebrada.

Las horas posteriores al colapso fueron un caos total.

Las redes sociales comenzaron a llenarse de rumores sobre la situación de Rubby, algunos asegurando que estaba vivo, otros afirmando que lo habían rescatado.

Una foto antigua de Rubby en una camilla se viralizó rápidamente, causando aún más confusión.

“Sabía que era mentira, pero la gente quería aferrarse a algo”, dijo Fernando, quien tuvo que enfrentar la dolorosa tarea de mantener la calma mientras el país entero esperaba respuestas.

Finalmente, a las 5:47 a.m., el Ministerio de Salud confirmó lo que nadie quería creer: Rubby Pérez había fallecido debido a las graves heridas sufridas durante el colapso.

El golpe fue devastador para todos.

La nación se unió en un luto colectivo, rindiendo homenaje a un ícono de la música.

Las estaciones de radio comenzaron a poner sus canciones en un homenaje espontáneo, y grupos de personas se reunieron en las calles para cantar sus canciones y bailar sus merengues.

Pero la tragedia no terminó allí.

Se descubrió que la discoteca Jetset había sido advertida tres semanas antes del colapso sobre fallas estructurales graves en el techo.

A pesar de estas advertencias, no se tomaron las medidas necesarias para garantizar la seguridad del lugar.

La investigación sigue en curso, y las preguntas sobre la responsabilidad de los dueños de la discoteca continúan siendo un tema candente.

El país entero exige respuestas y justicia, pero lo que no se puede olvidar es el legado de Rubby Pérez, cuya voz sigue viva en cada rincón del país.

Su música, su energía y su pasión por el merengue permanecerán en el corazón de todos los que lo amaron.

Y aunque la tragedia fue devastadora, la historia de Ruby, como su música, seguirá sonando por siempre.