Javier Solís, uno de los más grandes exponentes de la música ranchera y bolero en México, falleció en circunstancias que han dado lugar a muchas especulaciones y teorías a lo largo de los años.
Su muerte, ocurrida el 19 de abril de 1966, fue repentina y trágica, lo que hizo que la prensa y el público se hicieran muchas preguntas sobre las causas reales detrás de su partida.
Aunque su talento y legado musical continúan vivos, la verdad detrás de su muerte sigue siendo un misterio que ha sido objeto de especulaciones, sobre todo debido a la compleja y turbulenta vida personal que llevaba.
La versión oficial de su muerte fue que Javier Solís murió a causa de una complicación médica, específicamente de peritonitis, una inflamación del revestimiento del abdomen que, en su caso, resultó fatal.
Esta enfermedad surgió luego de una intervención quirúrgica en la que se le practicó una operación para extraerle la vesícula biliar.
Sin embargo, la rapidez con que la situación se agravó y el hecho de que era un hombre joven y saludable en ese entonces generaron dudas sobre si esa realmente era la única causa de su fallecimiento.
Algunos aseguran que hubo factores adicionales que pudieron haber influido en su muerte.
En primer lugar, su estilo de vida tumultuoso, marcado por excesos en cuanto al alcohol y las mujeres, así como su conocida personalidad apasionada, hizo que muchos pensaran que sus hábitos pudieron haber jugado un papel importante en su deterioro de salud.
Otros, más conspirativos, sostienen que Javier Solís pudo haber sido víctima de algún tipo de complot, aunque no hay pruebas concretas que respalden estas teorías.
Una de las versiones más difundidas es que Solís fue asesinado, y que su muerte fue encubierta como una complicación médica.
Los rumores apuntan a posibles envidias dentro del mundo del espectáculo o incluso a relaciones personales problemáticas que podrían haber desencadenado este trágico desenlace.
Algunos afirman que existían tensiones con otros artistas o empresarios del medio, lo que podría haber llevado a una confrontación fatal.
Sin embargo, estas teorías nunca han sido probadas, y la versión oficial de la peritonitis sigue siendo la más aceptada.
Lo que es indiscutible es el impacto que su muerte tuvo en la música mexicana.
Javier Solís dejó un vacío en el corazón de sus seguidores, quienes lo consideraban no solo un gran cantante, sino también un hombre carismático y con un talento único para interpretar la música de su país.
Sus canciones, llenas de sentimiento y pasión, siguen siendo populares hasta el día de hoy, y su legado permanece intacto a pesar de las circunstancias misteriosas que rodearon su fallecimiento.
La muerte de Javier Solís sigue siendo un tema de interés tanto para los fans de su música como para los amantes de la cultura mexicana, que nunca han dejado de cuestionar lo que realmente sucedió aquella noche.
Sin importar las especulaciones, lo cierto es que su legado como uno de los grandes íconos de la música mexicana continúa vigente, y su figura no ha hecho más que consolidarse con el paso del tiempo, demostrando que su talento y su música son inmortales.
