A sus 54 años, Sasha Sokol, la emblemática exintegrante del grupo Timbiriche, ha sacudido al mundo con una confesión que durante décadas mantuvo en silencio.
Con voz firme y sin evasivas, la artista mexicana decidió relatar públicamente el abuso que sufrió durante su adolescencia por parte del productor Luis de Llano, quien en ese entonces tenía 39 años, mientras ella apenas contaba con 14.
Lo que muchos creían una relación consensuada entre celebridades, resultó ser, en palabras de Sokol, un vínculo profundamente marcado por el desequilibrio de poder y la manipulación emocional.
Durante años, Sokol guardó este episodio en la intimidad de su memoria, temiendo no ser creída, cargando con una vergüenza que no le pertenecía.
Fue hasta marzo de 2022, en el marco del Día Internacional de la Mujer, que decidió romper el silencio a través de sus redes sociales, dando paso a un proceso legal y social sin precedentes en el medio artístico mexicano.
En su declaración, no solo denunció el daño recibido, sino que también hizo un llamado contundente a la reflexión colectiva sobre la normalización de relaciones abusivas, especialmente cuando involucran a menores de edad.
La demanda civil interpuesta por Sokol concluyó en 2023 con una sentencia histórica: el tribunal determinó que Luis de Llano sí vulneró los derechos de la cantante, obligándolo a ofrecer una disculpa pública, abstenerse de hablar sobre ella, someterse a capacitación sobre violencia sexual, y pagar una indemnización moral.
Lejos de buscar beneficio económico, Sasha anunció que donará la totalidad de ese dinero a una organización dedicada a apoyar a víctimas de abuso sexual infantil, reafirmando así su compromiso con la justicia y la reparación.
El impacto de su testimonio no se limitó al ámbito jurídico. Provocó una ola de apoyo social y un debate profundo sobre la protección de la infancia y el poder en las industrias del entretenimiento.
Aunque el agresor apeló la sentencia, la Suprema Corte de Justicia de México confirmó el fallo a favor de Sokol, fortaleciendo un precedente que podría beneficiar a otras víctimas a futuro.
En sus recientes declaraciones, Sasha ha compartido que hablar fue una forma de sanar y de reivindicar a la adolescente que un día fue silenciada.
Su mensaje es claro: nunca es tarde para contar la verdad, para buscar justicia, ni para recuperar la dignidad.
Este acto de valentía ha convertido a Sasha Sokol no solo en una figura icónica de la música pop mexicana, sino también en un símbolo de resistencia frente al abuso y de esperanza para quienes aún callan por miedo.
Su voz, una vez contenida por el dolor, hoy resuena con fuerza en un país que empieza a escuchar. ¿Te interesa que adapte lại bài này sang tiếng Việt?