Ha pasado una semana desde la triste partida de Beto Terrazas, el emblemático vocalista de Montéz de Durango, cuyo fallecimiento ha dejado un vacío inmenso en el corazón de sus seguidores y seres queridos.
Ahora, por primera vez desde su dolorosa pérdida, su esposa ha decidido romper el silencio, revelando detalles conmovedores sobre los últimos días del cantante, sus luchas internas, y el legado que deja tras de sí.
La mañana del 29 de marzo de 2025 trajo consigo una noticia que estremeció a todo el mundo de la música regional mexicana: Beto Terrazas había fallecido tras una larga batalla contra el cáncer de colon.
Esta enfermedad implacable, diagnosticada en 2021, lo mantuvo en una lucha constante, llena de tratamientos agresivos y momentos difíciles, pero también cargada de esperanza y amor por la vida.
Pese a los rumores que circularon semanas antes de su muerte, nadie estaba preparado para enfrentar la realidad definitiva de su ausencia.
Beto, originario de Tepehuanes, Durango, había migrado muy joven a los Estados Unidos en busca de mejores oportunidades.
Desde sus primeros años trabajando en los campos agrícolas hasta su consagración como figura esencial del género duranguense, siempre destacó por su voz inconfundible, su energía contagiosa y su carisma natural.
Su paso por Montéz de Durango marcó la época dorada del pasito duranguense, convirtiéndolo en uno de los artistas más queridos y respetados del género.
Sin embargo, detrás de los escenarios y los éxitos musicales, Terrazas enfrentaba una lucha silenciosa.
Durante una gira en 2021 comenzó a sentir dolores intensos que finalmente revelaron un diagnóstico devastador: cáncer de colon en etapa cuatro.
A pesar de la gravedad, Beto decidió enfrentar la enfermedad con valentía, sometiéndose a cirugías extremas y tratamientos que gradualmente fueron afectando su capacidad física, especialmente su voz, llevándolo a abandonar temporalmente los escenarios.
Su esposa, con quien se había casado desde los 15 años, se convirtió en su mayor soporte durante esta dura etapa.
Juntos enfrentaron meses de tratamientos dolorosos, gastos médicos abrumadores y la incertidumbre de no saber qué les depararía el futuro.
Incluso cuando parecía que había una leve mejoría, su salud volvía a deteriorarse, obligándolo a alejarse definitivamente de la música que tanto amaba.
Pero, pese a los golpes del destino, nunca perdió su fe ni su pasión por la vida, realizando esfuerzos conmovedores como serenatas dedicadas al personal médico y pacientes que, como él, batallaban contra el cáncer.
A lo largo de su carrera, Terrazas dejó canciones emblemáticas como “Muñeca de ojos de miel”, “Ten fe”, “Tu boca loca” y “Esperanza”.
Incluso después de abandonar Montéz de Durango para iniciar su carrera como solista, continuó creando éxitos que lo mantuvieron en la cima del género.
Su breve pero significativo regreso a la banda en 2021 fue recibido con entusiasmo por sus fanáticos, quienes esperaban ansiosamente verlo recuperarse por completo.
Sin embargo, la vida tenía otros planes, y el cáncer regresó con más fuerza.
Durante sus últimos días, según reveló su esposa recientemente, Beto enfrentó dolores insoportables que ya no podían ser aliviados.
La familia se preparó para lo peor mientras los seguidores continuaban enviando mensajes de apoyo y oraciones por su recuperación.
El último concierto de Beto Terrazas tuvo lugar en Denver, Colorado, en 2022, marcando el cierre definitivo de su vida artística.
Aunque físicamente debilitado, ese día entregó todo lo que tenía, mostrando al mundo una vez más la razón por la que era tan querido y admirado.
Ese concierto se convirtió en un emotivo recuerdo tanto para su público como para sus seres queridos.
Tras su fallecimiento, Montéz de Durango compartió un sentido mensaje en sus redes sociales recordando con cariño sus momentos juntos, destacando su humor contagioso, sus consejos valiosos y el enorme privilegio de haber compartido tantos escenarios a su lado.
La banda reconoció que su partida deja un vacío imposible de llenar, pero que su legado permanecerá vivo en cada canción y en cada recuerdo que dejó atrás.
Hoy, mientras su esposa rompe su silencio y comparte con el público lo difícil que ha sido aceptar su pérdida, la memoria de Beto Terrazas sigue más presente que nunca.
Su legado trasciende lo musical, enseñando a sus seguidores sobre resiliencia, valentía y amor incondicional.
Aunque su voz ya no resuena en los escenarios, seguirá escuchándose en los corazones de todos aquellos a quienes su música tocó profundamente.