Erik Rubín, el famoso cantante y exintegrante de Timbiriche, decidió soltar tremenda bomba que dejó al mundo del espectáculo con la boca abierta.
A sus 54 años, el artista por fin se sinceró y habló sin pelos en la lengua sobre algo que guardaba bajo llave y que tenía a sus fanáticos intrigados desde hace rato.
Desde que empezó en la música con Timbiriche, Erik ha estado en el centro de atención, ganándose seguidores no solo en México, sino también en Colombia, donde sus canciones sonaron en cada fiesta y reunión familiar por generaciones.
Muchos crecieron escuchándolo cantar junto a Thalía y Paulina Rubio, convirtiéndolo en un ídolo juvenil que atravesó fronteras.
Sin embargo, no todo fue color de rosa en la vida de Erik Rubín.
Detrás de las cámaras y de esa sonrisa que parecía eterna, existía una realidad difícil que prefirió esconder por miedo a las críticas.
En una reciente entrevista, el cantante decidió romper ese silencio que ya pesaba demasiado y reveló abiertamente algo que pocos sospechaban: llevaba años batallando con la ansiedad y la depresión, problemas que casi acaban con su carrera y su vida personal.
Según contó Erik, la presión constante por mantenerse vigente, sumada a los altibajos de la fama y a las exigencias del medio, lo llevaron a atravesar momentos muy oscuros en silencio.
“Nunca imaginé que algo así pudiera pasarme a mí,” confesó con voz quebrada, admitiendo que durante mucho tiempo negó lo que sentía por temor al rechazo y al qué dirán.
También afirmó que ahora está listo para enfrentar esas verdades porque entiende que ocultarlas solo lo alejaba más de su propia felicidad.
El cantante aprovechó el momento para hacer un llamado público a quienes estén atravesando situaciones similares, diciéndoles claramente que no están solos, que pedir ayuda está bien, y que aceptar la vulnerabilidad es la mejor forma de sanar.
Las reacciones de sus fanáticos y colegas no se hicieron esperar: muchos se volcaron a las redes sociales para aplaudir la valentía del artista, destacando que sus palabras pueden servir para romper tabúes sobre la salud mental en el medio artístico.
Con este testimonio, Erik Rubín no solo sorprendió al público, sino que se ganó un respeto enorme por haber hablado de frente y sin filtros, mostrando que, al final, detrás del artista hay un ser humano con miedos, fragilidades y luchas personales.
En Colombia, donde siempre se lo recuerda con cariño, el anuncio generó solidaridad y admiración, porque acá sabemos bien lo importante que es reconocer cuando uno necesita ayuda y dejar atrás las apariencias.
Ahora, más allá de su música, el legado de Erik también será haber puesto sobre la mesa un tema del que muchos prefieren no hablar, mostrando que la verdadera fortaleza está precisamente en ser honesto con uno mismo.
