En una entrevista emotiva en “Suelta La Sopa”, Paquita la del Barrio relató con franqueza detalles íntimos de su larga vida matrimonial y ofreció una visión sincera sobre el amor y la convivencia.
Durante la conversación se mencionó que, con su segundo esposo, vivió 21 años de unión, sumando un total de 30 años de matrimonio.
La cantante destacó que el secreto para lograr una relación tan prolongada reside en la entrega incondicional y en compartir cada momento, incluso los desafíos cotidianos, con un profundo sentido de compromiso.
Paquita recordó con naturalza un episodio en el que, impulsada por el enojo al ver retrasado a su esposo mientras ella se encontraba trabajando y cantando, no pudo evitar soltar la palabra “inútil”.
Aunque sus palabras surgieron en medio de la frustración, este incidente ejemplifica cómo, en una relación tan extensa, los sentimientos pueden expresarse de forma directa, sin perder el cariño que, en esencia, los une.
Para ella, estos momentos son parte de la complejidad que conforma un matrimonio verdadero, en el que el amor y el desamor se entrelazan en el día a día.
La artista también manifestó sus convicciones personales respecto a la forma de contraer matrimonio, señalando que nunca optó por casarse por la iglesia, pues consideraba que ello implicaría engañar a Dios.
A lo largo de sus años de unión, la complicidad y la atención mutua se reflejaron en cada gesto: desde el cuidado diario hasta compartir momentos tan sencillos como brindar juntos.
Esa conexión, que trascendía lo meramente formal, se convirtió en el pilar fundamental de una relación en la que ambos se complementaban y se apoyaban sin reservas.
El relato de Paquita se enriquece con la nostalgia de la pérdida de su compañero, quien sucumbió a una enfermedad renal y dejó una huella imborrable en su vida.
A pesar de haber sido viuda desde el 2001, la cantante sigue recordando y sintiendo la ausencia de aquel amor que la acompañaba día y noche.
Con una mirada honesta hacia el futuro, Paquita la del Barrio deja entrever que, a pesar de los estándares exigentes que se impone, continúa anhelando una compañía que le brinde la misma intimidad y compromiso que caracterizó su prolongada unión, reflejando así una búsqueda constante de ese amor genuino y duradero.