Felipe Arriaga fue uno de los cantantes más talentosos de su generación, conocido no solo por su habilidad artística, sino también por su generosidad y apoyo a otros artistas en sus primeros pasos en la música.
A pesar de su éxito, su vida terminó de forma trágica y cruel, cuando fue asesinado a los 51 años frente a su casa en Ciudad de México.
Arriaga, nacido el 27 de septiembre de 1937 en Michoacán, México, tuvo una vida difícil desde joven.
Debido a la situación económica de su familia, tuvo que abandonar la escuela después de cursar el segundo año de primaria y comenzó a trabajar como aprendiz de zapatero.
Sin embargo, su amor por la música lo llevó a seguir un camino distinto, y a los 16 años se unió al grupo musical de mariachi de su padre.
Tras la muerte de su padre en 1957, Felipe asumió el liderazgo del grupo y fue en ese momento cuando conoció a Vicente Fernández, a quien le dio su primera oportunidad en el mundo de la música.
Felipe Arriaga no solo fue un mentor para Vicente, sino que también lo acogió en su hogar, ofreciéndole techo y trabajo.
Vicente Fernández nunca olvidó este gesto y siempre expresó su gratitud hacia Felipe, quien lo apoyó en los primeros años de su carrera.
Gracias a él, Vicente pudo dar sus primeros pasos en la música y convertirse en uno de los más grandes exponentes de la ranchera.
Mientras tanto, Felipe también alcanzó el éxito, grabando varios discos y participando en más de 25 películas.
Sin embargo, a pesar de su carrera exitosa, su vida se truncó trágicamente el 3 de noviembre de 1988, cuando fue emboscado y asesinado por un grupo de agresores fuera de su casa.
En ese momento, Felipe regresaba de ver el nuevo automóvil de un amigo y, al ser atacado, recibió varios disparos que lo dejaron gravemente herido.
A pesar de que su familia pidió ayuda a la Cruz Roja, Felipe falleció a causa de las heridas, y las investigaciones no lograron identificar a los responsables.
El asesinato de Felipe Arriaga quedó envuelto en misterio, y aunque se especuló que su muerte pudo haber sido consecuencia de ajustes de cuentas dentro del narcotráfico, el caso nunca fue resuelto.
La policía no encontró a los culpables, y el caso fue cerrado sin una explicación clara de lo ocurrido.
Este hecho dejó una gran sombra sobre su legado, pues la duda sobre los motivos detrás de su muerte nunca fue aclarada.
Vicente Fernández, profundamente afectado por la pérdida de su amigo y mentor, expresó su dolor a través de las redes sociales, recordando cómo Felipe le dio la oportunidad de cantar profesionalmente y cómo lo acogió en su casa en momentos de dificultad.
En 2016, Vicente publicó un emotivo mensaje en el que recordó a Felipe como el hombre que lo ayudó en sus primeros años y le dio el apoyo que necesitaba para seguir su carrera.
La conexión entre ambos artistas fue tan fuerte que, incluso después de la muerte de Felipe, Vicente lo recordó con cariño y respeto.
En un homenaje póstumo, Vicente Fernández dedicó su canción “El adiós al soldado” a Felipe, quien había sido un verdadero ángel en su vida.
Aunque Felipe Arriaga fue objeto de varios rumores y especulaciones, su legado como músico y como ser humano generoso sigue vivo en los corazones de quienes lo conocieron y lo admiraron.