Kim Carnes nació el 20 de julio de 1945 en Los Ángeles, California, y desde temprana edad mostró una notable inclinación hacia la música.
A pesar de no tener antecedentes musicales en su familia, comenzó Kim Carnes a componer a los cuatro años y recibió clases de piano clásico durante su adolescencia.
Fue en la secundaria donde descubrió su pasión por la música pop y el rock, participando en bandas estudiantiles y presentándose en obras escolares. Tras graduarse, trabajó en la industria musical, grabando canciones para otros artistas.
En esta etapa, Kim tuvo la oportunidad de relacionarse con músicos que más tarde serían mundialmente famosos, como Don Henley y Glenn Frey, quienes fundarían la exitosa banda Eagles.
A lo largo de esos años, la cantante también se presentó en bares y clubes para ganar algo de dinero extra, lo que, según ella, hizo que su voz se volviera más rasgada debido al humo constante en esos lugares.
En 1966, cuando Kim tenía 20 años, se unió al grupo musical New Christy Minstrels, donde conoció al músico Dave Ellingson, con quien se casó en 1967. Durante su tiempo en esta agrupación, también conoció a Kenny Rogers, con quien se volvió amiga cercana.
A principios de los años 70, Kim y su esposo decidieron emprender carreras por separado, y fue en 1971 cuando la cantante consiguió su primer contrato discográfico, lanzando su primer álbum titulado Rest On Me.
A pesar de la buena crítica, el disco no tuvo éxito comercial, al igual que los siguientes trabajos de Kim en 1975 y 1976, Kim Carnes y Sailing.
En 1978, Kim consiguió su primer éxito en la lista Billboard con el tema You Can Make Me, un dúo con el cantante Jim Cotter, lo que la llevó a seguir luchando por su carrera.
En 1980, lanzó el dúo Don’t Fall in Love with a Dreamer con Kenny Rogers, que fue un gran éxito, alcanzando el puesto número cuatro en las listas.
Sin embargo, el verdadero golpe de suerte de Kim llegó en 1981 con su sexto álbum Mistaken Identity, que contenía la icónica canción Bette Davis Eyes.
Este tema alcanzó el número uno en las listas de éxitos, se mantuvo durante 9 semanas en la cima de la Billboard Hot 100 y se convirtió en el tercer sencillo más vendido de toda la década de 1980 en Estados Unidos.
La canción fue un éxito mundial, logrando el primer lugar en 21 países. La voz rasgada de Kim sorprendió a muchos, que inicialmente pensaron que era la voz de un hombre o que la canción era de Rod Stewart.
Curiosamente, Bette Davis Eyes no fue escrita originalmente para Kim Carnes. Fue compuesta por Donna Weiss y Jackie DeShannon, quien también la grabó en 1975 con un estilo muy diferente.
La canción estaba inspirada en la actriz Bette Davis, famosa por sus papeles de mujeres fuertes. Cuando Kim alcanzó el éxito con la canción, la actriz Bette Davis, entonces de 73 años, mostró su agradecimiento enviando flores y notas a Kim y a las compositoras.
Incluso, Kim le regaló discos de oro a Bette Davis como muestra de gratitud.
El videoclip de la canción, dirigido por Russell Mulcahy, fue un éxito en MTV.
En 1985, Kim participó en la grabación de la famosa canción We Are the World, una iniciativa benéfica para combatir el hambre en África, junto a artistas como Michael Jackson, Lionel Richie, Stevie Wonder y Tina Turner.
A pesar de la fama mundial alcanzada con Bette Davis Eyes, Kim Carnes no volvió a alcanzar el mismo nivel de éxito en ventas.
Su éxito en la música country, en particular, también le permitió colocar varias canciones en las listas de éxitos.
Después de más de 40 años de carrera, Kim Carnes sigue activa en la música, realizando presentaciones esporádicas y componiendo para otros artistas. En 2009, visitó Latinoamérica por primera vez, presentándose en Chile y Argentina.
Hoy en día, con 79 años, vive en Nashville, Tennessee, sigue casada con su esposo de toda la vida, Dave Ellingson, y tienen tres hijos.
Kim Carnes es un ejemplo de perseverancia y talento, y su música sigue siendo recordada y apreciada por generaciones.