Hace 30 años, el mundo perdió a la incomparable Selena Quintanilla, pero su legado sigue vivo, brillando con una intensidad que nunca se apaga.
A pesar de que se ha hablado ampliamente de su música, estilo y la trágica forma en que su vida fue arrebatada, un aspecto de su historia ha permanecido en silencio: su relación con su esposo, Cris Pérez.
Después de tres décadas de silencio, él ha decidido romper su silencio y compartir detalles sobre su amor por Selena, las luchas que enfrentaron y el dolor profundo de perderla.
El 31 de marzo de 1995, el mundo se detuvo ante la trágica noticia de la muerte de Selena.
Pero su historia no se limita a su prematura desaparición, sino a una relación compleja que dejó al mundo preguntándose qué ocurrió realmente entre ella y Yolanda Saldívar, la mujer que le quitó la vida.
Ahora, una nueva serie documental titulada “Selena y Yolanda: Los secretos entre ellas” promete desvelar detalles ocultos y nuevas perspectivas sobre la amistad que terminó en tragedia.
La serie aborda la relación entre Selena y Yolanda, quien fuera su amiga cercana y presidenta de su club de fans, antes de que el vínculo se quebrara por acusaciones de malversación de dinero y culminara en el asesinato de Selena.
A lo largo de las décadas, Yolanda Saldívar ha mantenido que el asesinato fue un accidente, pero en la serie, ella finalmente habla sobre sus recuerdos y comparte su versión de los hechos.
Además, la serie incluye testimonios de la familia de Saldívar, de los fiscales, de los primeros respondedores y de periodistas que cubrieron la carrera de Selena, brindando una visión más completa de los eventos que rodearon esa fatídica tarde.
Cris Pérez, quien estuvo al lado de Selena en los momentos más importantes de su vida, ha tenido que lidiar con el dolor de su muerte, lo que lo llevó a escribir un libro, “To Selena With Love”, en el que relata su vida con ella y su difícil proceso de superar la tragedia.
La relación de Selena y Cris fue un amor que desafió obstáculos, principalmente la desaprobación de Abraham Quintanilla, el padre de Selena, quien nunca aceptó a Cris como parte de su familia.
Sin embargo, su amor prevaleció, y en 1992 se casaron en secreto, desatando un torbellino mediático y familiar.
Tras la muerte de Selena, Cris se sumió en una profunda tristeza y utilizó sustancias como una forma de lidiar con su dolor.
Sin embargo, con el tiempo, encontró la fuerza para seguir adelante, lanzando su propia carrera musical y formando una nueva familia.
A pesar de los desafíos personales, nunca ha dejado de recordar a Selena y de valorar la influencia que su amor por ella ha tenido en su vida.
Además de los recuerdos personales, los rumores de infidelidades surgieron tras la muerte de Selena, especialmente relacionados con un supuesto romance entre ella y un cirujano plástico llamado Ricardo Martínez.
Aunque ambos, la familia de Selena y Cris, rechazaron las acusaciones, Yolanda Saldívar en una entrevista sugirió que Selena estaba enamorada de Martínez y que incluso planeaban huir juntos.
Estas revelaciones, junto con otras controversias sobre la vida personal de Selena, han mantenido vivo el misterio de su historia.
A pesar de las controversias y los rumores, el legado de Selena Quintanilla sigue siendo inmenso.
Su música trasciende generaciones y continúa siendo una parte integral de la cultura latina.
A lo largo de los años, han surgido innumerables tributos en su honor, desde homenajes en premios hasta su inclusión en el Paseo de la Fama de Hollywood.
Selena no solo fue una superestrella de la música, sino también un ícono cultural que rompió barreras y dejó una huella indeleble en la historia de la música latina.
Cris Pérez, a lo largo de los años, ha mantenido viva la memoria de su amor con Selena, compartiendo fotos inéditas, pensamientos en redes sociales y participando en proyectos que celebran su vida.
Su amor por ella nunca ha desaparecido, y su historia continúa inspirando a millones.
A 30 años de su partida, Selena sigue siendo una de las artistas más influyentes del mundo, y su legado perdurará para siempre.
