Amanda Miguel ha cautivado al público durante décadas con su poderosa voz y su inquebrantable presencia en la música latina.

Pero más allá del escenario, su vida ha estado marcada por una montaña rusa de emociones: amor, traición, pasión y redención.
Hoy nos adentramos en su extraordinaria trayectoria artística y en el tumultuoso matrimonio que compartió con Diego Verdaguer.
Desde su apasionada historia de amor hasta el impactante momento en que Diego declaró públicamente su deseo de casarse con Galilea Montijo, una declaración que desató la furia de Amanda.
Esta historia lo tiene todo, y por si fuera poco, reviviremos el día en que Amanda Miguel confrontó a Diego en una impactante conferencia de prensa, exigiéndole respuestas sobre supuestas infidelidades.

¿Qué ocurrió realmente a puertas cerradas? ¿Qué secretos ha guardado Amanda Miguel durante décadas? Quédate con nosotros mientras desentrañamos la verdad como nunca antes la has escuchado.
Amanda Antonia Miguel Samso nació el 1 de junio de 1956 en Gaiman, Argentina.
Cantautora, pianista y empresaria, construyó una carrera impresionante que abarca más de 36 años, vendiendo millones de discos en todo el mundo y obteniendo múltiples certificaciones de oro y platino.
También fue la compañera de vida del cantante Diego Verdaguer, con quien tuvo una hija, la cantante Ana Victoria.
La pasión de Amanda por la música comenzó desde muy pequeña; a los 4 años ya estaba aprendiendo a tocar el piano.

En su adolescencia, se trasladó a Buenos Aires para perfeccionar su talento, estudiando en el prestigioso Conservatorio Alberto Williams.
Allí obtuvo títulos en teoría, solfeo, piano y composición, además de recibir formación en técnica vocal con un profesor reconocido.
En marzo de 1975, el destino unió a Amanda y Diego Verdaguer en Buenos Aires.
En ese momento, Verdaguer ya era un artista consolidado, pero quedó inmediatamente cautivado por la voz de Amanda.
Impresionado por su talento, la invitó a unirse a él como corista, yendo junto a artistas notables como Valeria Lynch en giras por América Latina.

Amanda se enamoró tanto del escenario como de la cultura de México, y en 1978 ella y Verdaguer decidieron establecerse en el país.
En 2000, se convirtieron oficialmente en ciudadanos mexicanos, un reflejo de la profunda conexión que sentían con el lugar donde su historia de amor y sus carreras florecieron.
En 1979, Diego Verdaguer dio un paso crucial en la carrera de Amanda Miguel al producir sus primeras grabaciones.
Lanzó su sencillo debut, Así no te amará jamás, una canción que destacaba por su imponente fuerza vocal y su profunda carga emocional.
El tema rápidamente ganó reconocimiento internacional, marcando el inicio de su ascenso al estrellato.
Viendo su creciente popularidad, Verdaguer continuó apoyándola y produjo su primer álbum de estudio, El sonido vol. 1, en 1981.

El disco incluía el icónico éxito Él me mintió, una canción que se convirtió en un momento definitorio de su carrera y la consolidó como una de las voces más poderosas de la música latina.
El infame incidente de la olla de barro en una entrevista con El Universal: Amanda Miguel recordó un momento particularmente explosivo en su matrimonio.
Contó que no le tiró una cacerola, le tiró una olla de barro.
En ese tiempo, cocinaba con ollas de barro, y tenía una llena de salsa de tomate cuando Diego llegó a casa oliendo a un perfume que no pertenecía a su hogar.
Ni siquiera hizo preguntas, simplemente le lanzó la olla.

Diego estaba en shock y le preguntó qué le pasaba, a lo que Amanda respondió: “No soy tonta, sé dónde has estado”.
Mientras su vida personal acaparaba titulares, su música conquistaba al mundo.
Su álbum debut incluía éxitos inolvidables como Quiero un amor total, Mi buen corazón y ¿Quién dará?
Con este primer disco logró vender más de 3 millones de copias, consolidándose como una de las artistas femeninas más vendidas de su época.
Para marzo de 1983, lanzó El sonido bopro 2, un álbum repleto de éxitos como Que me sirva de lección, Tempestad, Castillos y Como una marioneta.
Este disco rápidamente escaló en las listas de popularidad, afianzando su estatus como una de las grandes figuras de la música latina.
En octubre de 1984, lanzó su tercer álbum de estudio, El último sonido bolero 3, que produjo otra serie de éxitos, incluyendo Dudas, Las pequeñas cosas y El gato y yo.
Durante este tiempo, Amanda se estaba preparando para uno de los roles más significativos de su vida: la maternidad.
En 1985, se presentó junto a Diego Verdaguer en el prestigioso Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar.
Apenas dos meses después, se unió a un elenco estelar para el proyecto Hermanos, colaborando en la canción Cantaré, Cantarás junto a artistas legendarios como Roberto Carlos, Plácido Domingo, Vicky Carr, José Feliciano, Vicente Fernández, Celia Cruz, Julio Iglesias, Rocío Jurado y José José, entre otros.


En los siguientes tres años, Amanda se enfocó en criar a su hija Ana Victoria, alejándose del ojo público para dedicarse a la maternidad.
Amanda y Diego Verdaguer tomaron el control de sus carreras fundando su propia compañía de producción y sello discográfico, Diam Music.
En 1987, Amanda hizo su gran regreso con su cuarto álbum de estudio, El pecado, que incluyó canciones como Él me mintió, Ojos tiritón, No te murmures y Qué me darías tú.
Dos años después, en 1989, lanzó La cara del amor, otro hito en su carrera.
Este álbum recibió la bendición del Papa Juan Pablo II y fue elegido para representar musicalmente su segunda visita pastoral a México.

En 1992, incursionó en la música ranchera mexicana, grabando Corazón de piedra, que produjo varios éxitos.
Cuatro años después, en 1996, Amanda grabó su séptimo álbum, Ámame una vez más, producido junto a Diego Verdaguer y el productor italiano Janni Salvatore.
En 1999, regresó a Italia para grabar su octavo álbum, C Días.
Este disco incluyó los sencillos C Días y Igual que hoy, junto a composiciones del renombrado cantautor panameño Omar Alfano.
En abril de 2015, lanzó 80 por 15, un álbum que reimaginó éxitos con nuevos arreglos musicales y también incluyó canciones inéditas.
Este álbum fue producido por su colaborador de toda la vida y esposo Diego Verdaguer, quien combinó las voces originales de Amanda con nuevas instrumentaciones, incorporando elementos de las grabaciones originales.
El matrimonio de Amanda Miguel y Diego Verdaguer fue duradero, a pesar de distanciamientos, infidelidades y rumores de divorcio.
Su relación abarcó más de 46 años y estuvo marcada por desafíos, pero siempre resistió.
Su historia comenzó en Argentina en 1974, cuando Diego, ya un artista consolidado, conoció a Amanda, quien tenía apenas 18 años.
Su historia de amor comenzó con respeto y cautela, y a lo largo de los años construyeron juntos una vida sólida.
En 2018, Amanda Miguel reveló que Diego le había sido infiel años atrás.
Aunque reconoció sus errores, Amanda le perdonó y no se arrepintió de hacerlo, ya que siempre valoró su familia.
En la pandemia de COVID-19, la pareja enfrentó dificultades debido a la separación forzada por las restricciones de viaje.
A pesar de los rumores de ruptura, cuando se reencontraron, desmintieron las especulaciones y continuaron su relación con más cariño que nunca.
Un comentario de Diego Verdaguer sobre Galilea Montijo reavivó las especulaciones sobre su matrimonio, pero Amanda respondió con firmeza, expresando que preferiría no ver a su esposo besando a ninguna actriz o modelo.
La controversia generó opiniones a favor y en contra, pero la situación fue aclarada por su hija Ana Victoria, quien expresó que su madre reaccionó de manera comprensible.
La muerte de Diego Verdaguer en 2022 dejó a Amanda profundamente afectada.
A pesar del dolor, Amanda comparte cómo sigue sintiendo la presencia de su esposo todos los días.
Su hija Ana Victoria también ha hablado sobre cómo ha encontrado consuelo en la llegada de su hijo Luca, el primer nieto de Diego, una bendición en medio de la tristeza.
A lo largo de su carrera, Amanda Miguel ha enfrentado desafíos personales, pero su música y legado continúan siendo una fuente de inspiración para sus seguidores.