🕯️ Albano a los 81 años: traiciones, adicciones y la desgarradora verdad detrás de su divorcio con Romina 😢
Albano Carrisi, el eterno romántico que conquistó al mundo junto a Romina Power, ha decidido romper el silencio después de más de ocho décadas de vida.
Y lo que ha contado ha dejado a sus seguidores con el alma encogida.
Detrás de la imagen del cantante enamorado, del padre ejemplar y del compañero inseparable de Romina, se escondía una historia de dolor, pérdida, adicciones y resentimientos que ahora, por primera vez, salen a la luz con
crudeza.
Lo que parecía un matrimonio perfecto, se fue desmoronando desde dentro, lentamente, como una melodía que ya no encuentra su armonía.
Todo comenzó con una historia de amor que parecía sacada del cine.
Albano, joven soñador del sur de Italia, y Romina, hija del legendario Tyrone Power, se conocieron en 1967 y se casaron tres años después.
Su amor no solo floreció fuera del escenario, sino que se convirtió en uno de los dúos más adorados de Europa.
Canciones como “Felicità” y “Sharazan” marcaron una era, y durante años fueron el símbolo viviente del romance.
Pero tras las luces y las cámaras, algo se estaba quebrando.
La tragedia golpeó en 1994 con la desaparición de su hija Ilenia en Nueva Orleans.
El dolor fue insoportable.
Romina se aferró a la esperanza, buscó pistas, rezó y se negó a creer que su hija estaba muerta.
Albano, en cambio, enfrentó la dolorosa realidad.
En 2013 la declaró legalmente fallecida.
Esa decisión abrió una herida imposible de cerrar.
Y allí comenzó el derrumbe final del matrimonio.
Pero lo peor estaba por venir.
Años después, Albano hizo una acusación desgarradora: culpó a Romina del consumo de drogas de Ilenia.
Según él, Romina introdujo a su hija en ese mundo y además, mantenía un estilo de vida rodeado de marihuana y excesos.
Alegó que su exesposa fumaba marihuana hasta cuatro veces al día y que eso la volvía irreconocible, oscilando entre la euforia y la tristeza.
Para Albano, esa fue la raíz de la destrucción de su familia.
Romina negó todo con vehemencia y su abogada la defendió públicamente, calificando las declaraciones de Albano como “difamatorias” y “falsas”.
Pero las acusaciones no pararon allí.
Albano afirmó que Romina incluso coqueteó con el prometido de su hija poco antes de su desaparición.
Un acto que, de ser cierto, supera los límites de la traición familiar.
Y aunque no hay pruebas concluyentes, la tensión pública y privada entre ambos se volvió insoportable.
La imagen de amor perfecto se hizo trizas.
El dúo que cantó al mundo sobre el amor, ya no podía sostener ni una conversación sin que el pasado doliera.
Tras el divorcio, Albano reconstruyó su vida con Loredana Lecciso, una figura televisiva con quien tuvo dos hijos más.
Pero ni siquiera esta nueva relación estuvo libre de sombras.
El fantasma de Romina siempre estuvo presente.
Loredana fue recibida con frialdad por un público que se negaba a dejar atrás el mito romántico.
Y aunque Albano la defendió públicamente, la tensión fue tal que en 2018 se separaron discretamente.
Loredana, en 2024, rompió su propio silencio.
En una entrevista confesó que todavía está con Albano, aunque su relación ha pasado por tormentas.
Afirmó que él sigue trayéndole una rosa cada mañana, pero también admitió que vivió bajo la constante comparación con Romina y que eso la desgastó profundamente.
“Cometí errores”, dijo.
“Pensé que el amor bastaba, pero no fue así”.
Mientras tanto, Romina encontró refugio en la espiritualidad.
Tras perder a Ilenia, se volcó en la fe, comenzó a pintar vírgenes, a rezar y a buscar paz en el arte.
Nunca dejó de creer que su hija estaba viva, y ese conflicto fundamental con Albano se convirtió en una barrera definitiva.
En sus conciertos juntos, la química artística permanecía, pero fuera del escenario ya no había nada que rescatar.
Hoy, a sus 81 años, Albano no solo ha contado su versión de los hechos, ha hecho algo más profundo: ha soltado el peso de décadas de dolor, rabia y silencio.
Ha admitido que hubo momentos en los que pensó en acabar con todo, ha dicho que el amor de su vida fue Romina, pero también ha reconocido que Loredana lo salvó en sus horas más oscuras.
Ha dejado claro que algunas heridas no sanan con el tiempo, que hay recuerdos que duelen para siempre y que a veces el amor, por más grande que sea, no puede con todo.
El hombre que una vez cantó “Siempre siempre” con una sonrisa hoy canta desde las cicatrices.
Y con cada palabra que ha revelado, nos ha demostrado que incluso las leyendas tienen rincones oscuros.
Que incluso los cuentos de hadas pueden terminar con lágrimas.
Que el verdadero amor, aunque inolvidable, también puede ser una prisión del pasado.
Albano ya no guarda silencio.
Y con su voz quebrada por el tiempo y las emociones, ha contado una historia tan humana como dolorosa.
Una historia que no se encuentra en sus discos, pero que ahora, al fin, ha salido a la luz.