¡Conmovedor! Juliana Galvis revela el lado oscuro de MasterChef que nadie se atrevía a contar: “El trabajo más duro de mi vida”
Juliana Galvis, reconocida actriz colombiana, ha dejado atrás el brillo de las cámaras para mostrarse vulnerable y sincera sobre su experiencia en MasterChef Colombia, un programa que, aunque lleno de emociones y retos, también esconde un lado difícil que pocos conocen.
En una reciente entrevista para el programa “Buen Día Colombia”, Juliana habló sin filtros sobre las largas jornadas de grabación que vivió durante los tres meses que duró el concurso.
“Es el trabajo más duro de mi vida”, confesó, describiendo las exigencias físicas y emocionales que enfrentó día a día.
La actriz explicó que las grabaciones se realizaban de lunes a sábado, comenzando muy temprano, a las seis y media de la mañana, y terminando alrededor de las ocho de la noche.
Esta rutina intensa le dejaba poco tiempo para estar con sus hijos y para descansar, lo que aumentaba la presión y el agotamiento.
Además, Juliana reveló que el trabajo no terminaba cuando las cámaras se apagaban.
Los domingos, que eran sus días libres, los dedicaba a entrenar durante cinco horas con chefs profesionales para mejorar sus técnicas culinarias y prepararse para los desafíos de la competencia.
Este esfuerzo constante y la exigencia del programa fueron evidentes para los jurados, quienes justificaron su eliminación atribuyéndola a un desgaste físico considerable.
Juliana no solo confirmó esta razón, sino que también puso sobre la mesa el lado amargo de la experiencia, que muchas veces queda oculto para el público.
Pero no solo las largas jornadas y el cansancio fueron un reto para Juliana.
Durante su participación, también enfrentó críticas duras en redes sociales que la afectaron emocionalmente.
En un momento, llegó a llorar por los comentarios negativos que recibió, especialmente cuando algunos espectadores cuestionaron su dedicación y preparación.
“Es muy chistoso porque leía comentarios diciendo que deberíamos estudiar más, pero si supieran todo lo que estudiamos”, comentó la actriz, defendiendo el esfuerzo y la disciplina que requiere estar en un programa de esta magnitud.
Juliana también habló sobre la relación con sus compañeros, incluyendo una diferencia que tuvo con Juan Pablo Barragán, otro participante, la cual atribuyó al cansancio y la presión acumulada durante las grabaciones.
El testimonio de Juliana Galvis ofrece una mirada honesta y humana sobre lo que implica participar en MasterChef, un programa que muchos ven solo como entretenimiento, pero que detrás de cámaras demanda sacrificios enormes.
Además, cabe recordar que un ex participante del programa había revelado anteriormente que las celebridades reciben un pago que varía según su avance en la competencia, lo que añade otra dimensión a la experiencia, mezclando la pasión por la cocina con las presiones del mundo del espectáculo.
Este relato conmovedor invita a los televidentes a valorar no solo el talento y la creatividad en la cocina, sino también el esfuerzo, la dedicación y la fortaleza emocional que exhiben los concursantes.
Para Juliana Galvis, esta experiencia fue un aprendizaje y un desafío que, aunque difícil, la ha fortalecido y le ha permitido crecer tanto profesional como personalmente.
Su historia es un recordatorio de que detrás de cada sonrisa y plato exquisito en televisión hay horas de trabajo duro, sacrificios y momentos de vulnerabilidad que merecen ser reconocidos.
Así, Juliana no solo conquista al público con su talento, sino también con su sinceridad y valentía para mostrar la realidad de un mundo que muchas veces parece perfecto pero que está lleno de retos.
Los seguidores de MasterChef y de Juliana ahora pueden entender mejor el compromiso y la pasión que se esconden detrás de cada episodio, y apreciar aún más el esfuerzo de quienes participan en esta competencia.
En definitiva, la revelación de Juliana Galvis abre una ventana al verdadero rostro de MasterChef, donde el talento se mezcla con la disciplina, la exigencia y, sobre todo, la humanidad.
