María Elena Velasco, conocida mundialmente como La India María, fue una actriz que dejó una huella imborrable en la historia del cine mexicano.
Nacida el 17 de diciembre de 1940 en Puebla de Zaragoza, su carrera comenzó de manera modesta, pero con una determinación inquebrantable.
Desde sus primeros pasos en el espectáculo, Velasco se destacó por su talento y su capacidad para conectar con el público.
A lo largo de su trayectoria, logró posicionarse junto a grandes íconos como Pedro Infante, Cantinflas y María Félix.
La India María, un personaje que la inmortalizó, se convirtió en un símbolo de la cultura mexicana, participando en más de 20 películas en las que no solo actuó, sino que también dirigió y escribió, algo poco común para una mujer en aquellos tiempos.
Su ascenso al estrellato comenzó con su participación en la película “Ruletero a toda marcha” en 1962, dirigida por Rafael Baledón.
A partir de ahí, su carrera se disparó, consolidándose con films como “El rey del tomate” y “México de mis recuerdos”.
Sin embargo, fue el personaje de La India María el que la catapultó a la fama, gracias a su interpretación en “El bastardo” en 1968.
El éxito de este personaje fue tan grande que en 1972, regresó a la pantalla en “Tonta, pero no tanto”, consolidando su estatus en la industria del cine.
A pesar de su éxito, la vida de María Elena no estuvo exenta de controversias.
En la década de los 70, Velasco se atrevió a criticar al gobierno mexicano a través de su personaje, lo que le costó un veto de Televisa.
En un sketch, La India María hizo una observación sarcástica sobre los viajes del presidente José López Portillo, lo que provocó la ira del gobierno y llevó a que la actriz quedara excluida de la televisión.
Sin embargo, en lugar de rendirse, María aprovechó este tiempo para dirigir y desarrollar proyectos propios, mostrando su versatilidad y determinación en un mundo dominado por hombres.
En su vida personal, María Elena Velasco encontró el amor en Vladimir Lipkies Chasan, conocido como Julián de Mariche, un actor ruso que también brilló en el cine mexicano.
La pareja se conoció en el set de “Pobre, pero honrada”, pero su felicidad fue efímera, ya que Chasan falleció en 1974, dejando a Velasco con tres hijos: Iván, Ivet y Goretti.
A pesar de su éxito en la pantalla, su vida familiar estuvo marcada por rumores y secretos.
Uno de ellos fue la supuesta existencia de una hija no reconocida, Mirna Velasco, quien afirmó ser la hija de María Elena y Raúl Velasco.
En una reveladora entrevista, Mirna compartió que fue dada en adopción y que su vida estuvo llena de dificultades.
Además, surgieron rumores sobre otra posible hija, la cantante Denise Guerrero, aunque nunca se confirmaron.
La vida de La India María tomó un giro dramático cuando se supo que padecía cáncer de estómago desde 2010.
A pesar de someterse a una operación, su salud continuó deteriorándose, lo que la llevó a estar internada durante dos meses antes de su fallecimiento el 1 de mayo de 2015.
La noticia de su muerte impactó profundamente al mundo del espectáculo, especialmente porque María siempre había sido una persona reservada.
Su velorio fue íntimo, solo asistieron familiares y amigos cercanos, quienes lamentaron la pérdida de una gran artista y madre.
La Sociedad de Directores y Realizadores de México emitió un comunicado en el que expresaron su tristeza por su partida, resaltando que su legado perdurará en la memoria de todos los mexicanos.
Su hijo, Iván, destacó que el mayor legado de su madre fue su dedicación al trabajo y su esfuerzo por hacer reír al público.
María Velasco recibió varios reconocimientos a lo largo de su carrera, incluyendo un premio Ariel en 2004 por su labor como adaptadora de guion en la película “Huapango”.
Sin embargo, a pesar de sus logros, se estima que su fortuna no fue muy grande, alrededor de cinco millones de pesos mexicanos, lo que refleja las dificultades que enfrentó como madre soltera tras la muerte de su esposo.
El impacto de su veto en Televisa y sus intentos de dirigir proyectos propios también afectaron su situación financiera, ya que gran parte de sus ahorros se invirtieron en proyectos que no lograron el éxito esperado.
A pesar de estos desafíos, La India María se mantuvo como una figura fuerte y empoderada en una industria cinematográfica que no siempre fue amable con las mujeres.
Su legado como actriz y directora sigue vivo, inspirando a nuevas generaciones de artistas a seguir sus pasos.
A lo largo de su carrera, María Elena Velasco rompió barreras y desafió las normas de su tiempo, convirtiéndose en un ícono de la comedia mexicana.
Su personaje de La India María, con su humor y su autenticidad, resonó en el corazón de millones, dejando una marca indeleble en la cultura popular mexicana.
Hoy, recordamos a María Elena Velasco no solo como una talentosa actriz, sino como una mujer que luchó por sus ideales y dejó un legado que perdurará en la historia del cine.
Su vida fue un testimonio de perseverancia, amor y la búsqueda de la felicidad, incluso en medio de las adversidades.
La India María es, sin duda, un símbolo de la riqueza cultural de México y su historia continúa inspirando a todos aquellos que buscan seguir sus sueños.
Aunque su partida dejó un vacío en el mundo del entretenimiento, su esencia y su legado vivirán por siempre en el corazón de quienes la admiraron y la amaron.