La carta de despedida más triste para Omar Geles: Un amor eterno
Me estoy muriendo sin ti, mi amor.
Omar, mi vida, mi otra mitad, mi compañero, mi mundo entero.
No he dejado de llorar desde tu trágica partida.
Jamás imaginé esto. Jamás. Estoy muerta en vida sin ti.

No sé qué hacer, no sé cómo seguir adelante sin ti.
No tengo fuerza, por eso te pido que, donde te encuentres, me des esa valentía por nuestros tres niños.
Te llevaste mi alegría y la mitad de mi vida.
Me dejaste solita, amor.
Omar, fuiste lo más hermoso de este mundo para mí.

Nunca olvidaré el día en que nos conocimos.
Nuestros ojos se encontraron y sentí algo muy especial.
Nos presentaron después del show, y desde ese momento supe que mi vida había cambiado para siempre.
La conexión entre nosotros era innegable.
Tu ternura y tu pasión por la vida me conquistaron desde el primer día.

No importaban los años que nos separaran, porque nuestro amor crecía con cada momento compartido.
Diez años, diez años pasaron llenos de risas, aventuras y la llegada de nuestros tres tesoros: José, Juan Mario e Isabela.
En febrero de 2021, decidimos dar un paso más en nuestro amor y nos casamos.
Ese día, ante Dios y nuestros seres queridos, prometimos estar juntos siempre.
Fue uno de los días más felices de mi vida, y nunca olvidaré la felicidad en tus ojos.

Superamos desafíos, celebramos éxitos y construimos una familia llena de amor.
De verdad, yo te admiro demasiado.
Creo que nadie podría hacer algo así.
El 21 de mayo, ese día, mientras jugabas tenis en Valledupar con tus amigos, nuestro destino cambió para siempre.
Te desmayaste y fuiste trasladado a la clínica, pero no pudiste regresar a casa con nosotros.

Un paro orgánico respiratorio te arrebató de mi lado, y ahora me encuentro en un mar de tristeza y dolor.
Todos tus hijos están devastados.
Me destroza el corazón cuando me preguntan por ti, sin comprender que ya no estás.
Te llaman en sus sueños y se despiertan buscándote en la casa.
Me siento impotente por no poder aliviar su dolor.

El cariño de toda la gente es un placer que me da la vida, y muchos desearían compartirlo.
Compartías fotos y mensajes emotivos en redes sociales, mostrando al mundo lo feliz que te hacía tenernos.
Nos llevabas en tu corazón y lo mostrabas con orgullo.
Tu última canción, “Lo que vivió”, era una promesa eterna de la que me hiciste: de nunca dejarnos solos.
Aunque físicamente ya no estás aquí, sé que tu espíritu nos cuidará siempre.

Es difícil imaginar una vida sin ti.
Cada rincón de nuestra casa, cada melodía, cada recuerdo me recuerda a ti y me hace extrañarte aún más.
Seguiré adelante por nuestros hijos, llevando en mi corazón todo lo que me enseñaste.
Omar, descansa en paz.
Siempre serás mi gran amor y el dueño de mi corazón.

Gracias por cada momento, por cada sonrisa, por cada beso.
Aunque mi vida sin ti será difícil, llevaré conmigo para siempre tu amor.
Te amo y siempre te amaré.
Tu Maren.