La Última Sombra en el Caso Valeria Márquez: ¿Quién Realmente Quiso Silenciarla?
Hace apenas 12 días, la influencer Valeria Márquez fue asesinada en plena transmisión en vivo, un hecho que ha conmocionado a México y desatado una ola de interrogantes que aún no encuentran respuestas claras.
Ahora, nuevas revelaciones apuntan a una red de traiciones, secretos y posibles conspiraciones que rodearon sus últimos momentos.
¿Quién la mandó a callar y por qué?
Esta historia está lejos de ser un simple crimen pasional.
En este relato se mezclan amistades dudosas, mensajes escalofriantes, regalos misteriosos y un ambiente de miedo que parecía presagiar lo inevitable.
Lo que parecía un día común para Valeria terminó siendo el último capítulo de una vida llena de lujos, poder y peligros ocultos.
Valeria Márquez, con casi 100,000 seguidores en TikTok, mostró horas antes del ataque su rutina diaria, luciendo un outfit rosa camino a su salón de belleza.
Sin embargo, desde ese momento se notaba en ella una inquietud profunda.
Minutos antes de la tragedia, confesó a sus seguidores que sentía que algo malo iba a pasar: “Gey, siento que me van a matar.”
A pesar de ese presentimiento, decidió quedarse en el lugar tras la insistencia de su mejor amiga, Vivian de la Torre, quien le aseguró que esperaba un regalo especial para ella.
Pero ese “regalo” se transformó en una trampa mortal.
Poco después, un motorizado entregó un paquete que resultó ser el preludio de un ataque brutal: dos disparos en vivo que terminaron con la vida de Valeria.
Lo que ha generado aún más sospechas es el comportamiento de Erika, la empleada que presenció el ataque y cortó la transmisión de inmediato, sin mostrar ningún signo de alarma o ayuda.
Además, un detalle perturbador es que el collar que Valeria llevaba desaparece en el video justo después del primer disparo, lo que ha llevado a muchos a cuestionar la autenticidad del material y la posible manipulación de pruebas.
En redes sociales, un hilo de mensajes atribuye responsabilidades a la expareja de Valeria, pero la figura más señalada es Vivian de la Torre, la amiga que la convenció de quedarse.
Algunos usuarios aseguran que Vivian no estaba enamorada de Valeria, sino que buscaba apropiarse de su estilo de vida y posición.
Comentarios sugieren que la relación entre ellas era más compleja y que la supuesta amistad podría haber ocultado una traición.
La polémica creció cuando la tiktoker Silvana “la marciana” acusó directamente a las amigas de Valeria de tener un papel en su asesinato, destacando la actitud fría con la que Erika apagó el live.
Además, circulan supuestas conversaciones entre Erika y Vivian donde coordinan para que Valeria permanezca en el salón, facilitando el ataque.
Vivian, por su parte, publicó un emotivo mensaje de despedida en Instagram, pero su sinceridad ha sido puesta en duda por miles de usuarios, divididos entre quienes creen en su inocencia y quienes la ven como parte de una conspiración.
Por otro lado, la Fiscalía de Jalisco mantiene el caso bajo investigación como un feminicidio, sin apuntar aún a sospechosos específicos.
Sin embargo, el misterio sobre el origen del dinero y el estilo de vida de Valeria sigue latente.
Se sabe que mantenía vínculos con Ricardo Ruiz Velasco, alias “el doble R”, líder del cártel Jalisco Nueva Generación, lo que abre la puerta a hipótesis más oscuras sobre su entorno y riesgos.
En un video previo al ataque, Valeria expresó un cambio en su vida: “Ya cambié, ya no salgo, ya no tomo, ya me dejé de bandidos, pura niña bien.”
¿Estaba intentando alejarse de un mundo peligroso?
¿O simplemente lo decía para protegerse?
Otro punto inquietante es la desaparición del celular de Valeria tras el ataque, y la eliminación de su cuenta de TikTok poco después.
Esto ha levantado sospechas de que alguien quiso borrar pruebas y silenciar más que una vida.
Además, el caso ha reavivado la memoria de otros ataques similares a influencers y figuras públicas en México, como los casos de Freda Gaxiola, Carla Pardini y Lady Humilladora, todos con patrones similares de violencia y misterio.
Mientras tanto, el alcalde de Zapopán ha minimizado el caso, calificándolo como aislado, lo que ha generado indignación entre la población que exige justicia y transparencia.
El asesinato de Valeria Márquez no solo es un crimen que enluta a su familia y seguidores, sino un espejo de la violencia que acecha a muchas jóvenes en un entorno donde la fama, el poder y el crimen se entrelazan de manera peligrosa.
¿Fue realmente un crimen pasional?
¿O hay una venganza disfrazada de amistad?
¿Cuánto sabe la Fiscalía y cuánto ocultan las sombras?
El caso sigue abierto, y las preguntas son muchas.
Esta historia nos invita a cuestionar las apariencias y a estar atentos a las señales que muchas veces se ignoran hasta que es demasiado tarde.
La verdad detrás de la muerte de Valeria Márquez podría cambiar la forma en que vemos el mundo de las redes sociales y sus peligros ocultos.
