¿Quiénes son los hijos de ‘El Mencho’? Conoce su historia y actividades
Nemesio Oseguera Cervantes, mejor conocido como “El Mencho,” es uno de los nombres más temidos y buscados en el mundo del crimen organizado.
Líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), uno de los grupos criminales más poderosos de México, El Mencho ha sido vinculado a innumerables actividades ilícitas, desde el tráfico de drogas hasta los homicidios, pasando por la extorsión y el control de territorios.
Sin embargo, detrás de este hombre que se ha ganado la fama de ser uno de los narcotraficantes más peligrosos, hay una familia que también ha sido involucrada en el mundo del crimen, en especial sus hijos.
A pesar de su notoriedad, muy poco se sabe de la vida personal de El Mencho, y más aún de sus hijos, quienes han permanecido en gran medida fuera del ojo público.
Sin embargo, investigaciones de inteligencia y reportes periodísticos han comenzado a arrojar algo de luz sobre la historia y actividades de sus descendientes, revelando cómo han sido parte del entramado criminal que él ha forjado.
A continuación, te contamos lo que se sabe de los hijos de El Mencho y cómo su nombre ha influido en sus vidas.
Los hijos de Nemesio Oseguera han sido considerados piezas clave dentro de las operaciones del CJNG.
Aunque la mayoría de los detalles sobre su vida personal y actividades siguen siendo confidenciales o están bajo investigación, hay información suficiente que demuestra que han tomado roles importantes dentro de la estructura criminal de su padre.
En particular, dos de los hijos de El Mencho han sido mencionados en múltiples ocasiones en reportes de inteligencia y en investigaciones de las autoridades mexicanas y estadounidenses: Rubén Oseguera González y Jessica Oseguera González.
Rubén Oseguera González, conocido en el mundo del crimen como “El Menchito,” es considerado uno de los hijos más prominentes de El Mencho y un posible sucesor al mando del CJNG.
De acuerdo con varios informes, El Menchito ha estado involucrado en las actividades criminales del cártel desde una edad temprana, trabajando junto a su padre en la gestión de las operaciones de tráfico de drogas, extorsión, y lavado de dinero.
A lo largo de los años, las autoridades han relacionado a El Menchito con varios crímenes de alto perfil, y su nombre ha aparecido en numerosas investigaciones vinculadas a la violencia en Jalisco, así como en otros estados de México.
En 2015, Rubén Oseguera González fue arrestado por su presunta participación en actividades delictivas y fue incluido en la lista de los más buscados por el gobierno mexicano.
Aunque estuvo preso, la influencia de El Menchito dentro del CJNG no disminuyó, y se le considera como una pieza clave en la expansión del poder del cártel en diversas partes de México.
Rubén Oseguera ha sido vinculado a operaciones en las que el CJNG ha tomado el control de territorios estratégicos para el tráfico de drogas, especialmente en áreas de la costa pacífica, donde el cártel ha aumentado su poder.
La implicación de El Menchito en los negocios ilícitos de la familia no es un secreto, y su papel en la estructura de poder del cártel es ampliamente reconocido por las autoridades.
Por otro lado, Jessica Oseguera González, la hija de El Mencho, también ha sido identificada como una figura relevante dentro del círculo cercano a su padre.
Aunque su papel en las actividades del cártel no es tan prominente como el de su hermano Rubén, las autoridades han señalado su participación en actividades de lavado de dinero y en la administración de los recursos del CJNG.
En 2020, Jessica Oseguera fue detenida por las autoridades estadounidenses, bajo acusaciones de estar involucrada en el lavado de dinero a través de empresas que supuestamente operaban como fachada para el CJNG.
El arresto de Jessica Oseguera fue un golpe significativo para la familia, pues además de ser un fuerte mensaje de la cooperación entre las autoridades mexicanas y estadounidenses, también puso de manifiesto la capacidad de la familia para operar a nivel internacional, moviendo dinero y bienes entre varios países sin ser detectados durante mucho tiempo.
Jessica fue acusada de tener vínculos con el cártel en sus negocios y de ser una de las principales operadoras de los recursos financieros de la organización.
El involucramiento de Jessica en las actividades del CJNG también ha sido reportado por varios medios de comunicación, quienes han señalado que ella tiene conexiones con otras facciones del cártel, además de tener un papel activo en la gestión de las redes de lavado de dinero que permiten al CJNG seguir operando a gran escala.
El Cártel Jalisco Nueva Generación es conocido por su estructura descentralizada y su enfoque violento en el control de territorios.
A lo largo de los años, El Mencho ha logrado consolidar una red que va más allá de México, con vínculos en Estados Unidos, Centroamérica y otras partes del mundo.
Sin embargo, la familia Oseguera ha jugado un papel fundamental en mantener la organización unida y en aumentar su poder.
Los hijos de El Mencho no solo han heredado el nombre y la influencia de su padre, sino también la capacidad para continuar expandiendo el imperio criminal que ha hecho temblar a las autoridades en varios países.
Su involucramiento en las actividades del cártel ha permitido que el CJNG siga siendo uno de los actores más poderosos en el crimen organizado, compitiendo cabeza a cabeza con otros cárteles de renombre, como el Cártel de Sinaloa.
En cuanto a la sucesión dentro del CJNG, muchos expertos apuntan a que Rubén Oseguera González, El Menchito, es uno de los principales candidatos para continuar con el legado de su padre, especialmente después de la detención de algunos de los líderes del cártel en los últimos años.
Sin embargo, la lealtad de la organización no está garantizada, y las luchas internas por el poder podrían desencadenar una serie de conflictos dentro del cártel.
La familia Oseguera, encabezada por Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho,” ha dejado una marca indeleble en la historia del crimen organizado en México y en el mundo.
Sus hijos, Rubén y Jessica, han jugado roles cruciales en la expansión y consolidación del poder del CJNG, aunque su involucramiento en las actividades ilícitas ha puesto a la familia en la mira de las autoridades internacionales.
A medida que las investigaciones siguen su curso, el legado de la familia Oseguera sigue siendo uno de los capítulos más oscuros en la lucha contra el crimen organizado en América Latina.