Amparo Grisales, la famosa actriz colombiana y miembro del jurado en el programa de televisión “Yo me llamo”, vivió un momento de gran emoción durante una grabación del programa.
En un acto de vulnerabilidad, la diva compartió con sus seguidores las razones detrás de su desmayo, explicando que no solo se trataba de una cuestión física, sino de un cúmulo de emociones y situaciones personales que la habían afectado profundamente.
Durante la grabación, Amparo comenzó a sentirse mal, y en medio de su aflicción, sufrió un desmayo que alarmó a todos los presentes.
Sin embargo, al recuperar la conciencia, la actriz no dudó en compartir con los demás el verdadero motivo detrás de este suceso.
Con voz temblorosa y lágrimas en los ojos, Amparo reveló que su desmayo no fue solo el resultado de un bajón de energía o una presión externa del programa, sino que estaba atravesando un momento difícil en su vida personal.
Aseguró que, a pesar de su imagen fuerte y decidida en la pantalla, hay momentos en los que las emociones se apoderan de uno, y no es fácil mantener el control.
“Yo también soy humana”, dijo Amparo, con una mezcla de tristeza y reflexión, mientras explicaba que las experiencias difíciles que había estado viviendo la habían dejado más vulnerable de lo que pensaba.
La actriz detalló que las tensiones y emociones que había acumulado durante los días previos a ese momento le pasaron factura.
En medio del estrés y el cansancio, se dio cuenta de que no había tenido tiempo de procesar adecuadamente sus sentimientos y emociones.
Fue en ese preciso momento cuando, al sentir el peso de esas emociones reprimidas, no pudo evitar desmayarse.
A través de su explicación, hizo énfasis en lo importante que es ser honesto con uno mismo y entender que la salud emocional es tan vital como la salud física.
Aunque este episodio preocupó a sus compañeros de trabajo, Amparo explicó que se encontraba mejor después de haber recibido el apoyo adecuado.
Agradeció el respaldo que recibió tanto de su equipo como de sus seres queridos, lo que le permitió sentirse tranquila y seguir adelante con su labor en el programa.
Al compartir su vulnerabilidad, Amparo Grisales mostró a su público una faceta más humana y sensible, despojándose momentáneamente de la imagen de diva imbatible que siempre ha cultivado en la pantalla.
Este acto de honestidad emocional no solo acercó más a la actriz con su audiencia, sino que también dejó un mensaje importante sobre la importancia de cuidar nuestra salud mental y emocional, algo que a menudo se pasa por alto en la vida diaria.
El suceso, aunque difícil, sirvió como una lección tanto para ella como para todos los que la admiramos, recordándonos que no debemos tener miedo de mostrar nuestras emociones y que pedir ayuda es un acto de valentía.